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Preferir experiencias sobre posesiones materiales nos aleja de mejores experiencias

Debemos ponernos metas de mediano y largo plazo si queremos controlar el gasto que conlleva vivir adquiriendo solo experiencias inmediatas

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Preferir experiencias sobre posesiones materiales nos aleja de mejores experiencias
No es no tener experiencias espontáneas, es aprovechar al máximo nuestro dinero, con vivencias de todo tipo de plazo. (SHUTTERSTOCK)

En una encuesta que vi, el 87 % de las personas dice preferir las experiencias ante las posesiones materiales. Esto guía nuestra decisión al momento de una adquisición… y los mercadólogos lo saben.

Es muy sabido que la decisión de compra la disparan las emociones, por eso mi curso de ventas lo llamo Cardioventas. El problema viene en cómo hemos estado evolucionando a un mundo de recompensas inmediatas, perjudicando nuestro disfrute de experiencias mayores por adquisiciones futuras.

Una pregunta: ¿Es la compra de un vehículo una posesión material o la adquisición de una experiencia?

Aquí es donde no coincido con muchas personas. Cuando le enseño Cardioventas a un vendedor de autos, le hago que le ponga en la mente al cliente las experiencias que obtendrá. Que no se concentre en el vehículo, sino lo que le mueve a comprarlo… esas experiencias que pasan por su mente al verse sentado en su nueva pertenencia.

Él necesita conocer lo que mueve al cliente. Puede ser la comodidad de andar en su propio vehículo, la seguridad que le brindará o que los demás lo reconozcan como una persona exitosa. Y para aquellos autorrealizados, sentirse que alcanzaron lo que deseaban en la vida, será su disparador de compra.

Todas son experiencias, a pesar de ser en apariencia la obtención de un bien material.

Lo mismo pasa con la adquisición de una vivienda propia. O la realización de una inversión en una vivienda para alquilar. Esas compras desencadenarán una cantidad enorme de experiencias. Solo que no inmediatas, y mejor aún, no son efímeras.

El problema es que no podemos hacer esas adquisiciones de un momento a otro; mientras comer fuera, salir con amistades, turistear, comprar ropa, ir de compras, hacer regalos… sí podemos hacerlo mes a mes.

El inmediatismo que vivimos (nos están programando para sentir que no podemos despegarnos una hora de nuestros dispositivos electrónicos) nos aleja de disfrutar esas grandes experiencias que causan algunas adquisiciones materiales. Aunque sólo se pueden lograr poco a poco… y, sobre todo, dejando de hacer algunas adquisiciones de plazo extremadamente corto. Esas compras de experiencias inmediatas.

No es no tener experiencias espontáneas, es aprovechar al máximo nuestro dinero, con vivencias de todo tipo de plazo.

Debemos ponernos metas de mediano y largo plazo si queremos controlar el gasto que conlleva vivir adquiriendo solo experiencias inmediatas. Solo así podremos vivir esas grandes experiencias.

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Conferencista, consultor, coach y escritor con 20 libros publicados. Dirigió por 10 años una de las empresas del Grupo Siemens en Argentina, Brasil y Alemania.