Euforia en el desfile del Manchester City para celebrar la Champions

La ciudad iglesia recibió el lunes con una auténtica fiesta a los jugadores del Manchester City, coronados el sábado en la Liga de Campeones

Euforia en el desfile del Manchester City para celebrar la Champions (AFP)

La típica lluvia del norte de Inglaterra no aguó la felicidad popular por la Liga de Campeones conquistada el sábado por el Manchester City, cuyos jugadores y técnicos celebraron el título este lunes con un desfile por las calles de la ciudad.

El City cerró el sábado, tras imponerse 1-0 al Inter, una temporada histórica en la que ganó el trébol (Premier League, FA Cup y Champions), algo que hasta ahora solo había logrado en el fútbol inglés su gran rival, el Manchester United, en 1999.

La expedición 'citizen' regresó el domingo por la mañana de Estambul tras conquistar su primer título en la máxima competición europea de clubes, pero la mayor parte de sus miembros tomaron casi inmediatamente otro avión a Ibiza para seguir las celebraciones.

Pese al sueño acumulado tras casi 48 horas de festejos y a un retraso de media hora sobre el horario previsto por una tormenta, Peg Guardiola y sus jugadores celebraron con sus aficionados el hito conseguido.

"¡Cómo han cambiado los tiempos!", se exclamó Sarah Morris, una aficionada a los 'Sky Blues' de 27 años en referencia a todos los años en los que su club vivió a la sombra del United.

"Es un sueño que nunca pude imaginar", añadió la joven.

Un sueño hecho posible gracias, sobre todo, a los cientos de millones invertidos por los propietarios emiratíes desde su llegada al club en 2008.

- "Nunca mejoraremos esto" -

Con cinco títulos de Premier League en las últimas seis temporadas bajo el mando de Guardiola, el City pudo por fin sentarse en el trono del fútbol europeo.

"Solo tengo 21 años, pero nunca mejoraremos esto. A partir de ahora, solo se puede empeorar", aseguró Tom Kennedy mientras se dirigía al escenario donde debían llegar los jugadores, vestido con una camiseta y una gorra con el color del club, el azul celeste.

A veces con el torso desnuda y sin perder nunca la sonrisa, los futbolistas, ovacionados por la gente durante todo el recorrido del desfile, bailaron al ritmo de la música en el autobús descapotable que les llevó a Saint-Peter's Square, donde les esperaban miles de aficionados bajo la lluvia.

Incluso Guardiola, con la camiseta pegada al cuerpo por el agua y un puro en la boca, animaba con gestos a los aficionados para unirse a los festejos.

Llegado al escenario, el técnico catalán bromeó con la lluvia: "¡Qué desfile! ¡Qué tarde! Tenía que ser así, con lluvia, de lo contrario no sería en Mánchester. No queríamos sol. Queríamos lluvia. Ha sido perfecto".

El agua tampoco impidió los fuegos artificiales que pusieron fin a las celebraciones por una temporada histórica... que habrá que olvidar pronto, ya que justo dentro de dos meses comenzará de nuevo la Premier League.

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