Los ataques contra las mujeres y las minorías en la aviación
Nunca antes la aviación civil internacional había sido tan segura como hoy en día, esto se debe en gran parte a la diversidad y trabajo en equipo, no lo contrario
Los últimos días han presentado un reto para los profesionales de la aviación en las redes, pues hemos visto cómo se han inundado de comentarios y noticias infundadas sobre el rol de las mujeres y las minorías en la aviación norteamericana. Esto, luego de los accidentes en Washington, DC. y Toronto, en los cuales mujeres eran parte de las tripulaciones.
En el caso del accidente en Washington, el presidente Donald Trump culpó en parte a la política de inclusión social en la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) de haber jugado un rol en el accidente. El presidente no presentó ninguna prueba científica que respaldase esta opinión suya.
Como capitán de aerolíneas con 20 años de experiencia en el sistema norteamericano, me llamó mucho la atención escuchar a un presidente llegando a una conclusión tan contundente como esa, a solo horas del accidente. Generalmente los presidentes se han mantenido al margen de las investigaciones de accidentes aéreos, y han recomendado lo obvio: esperar a que se concluya la investigación.
Habiendo estudiado aeronáutica desde diferentes perspectivas en mi licenciatura, maestría y 20 años como piloto, me llena de suspicacia este ataque a las políticas de inclusión social en la aviación. Todo el que haya leído cinco minutos de historia de aviación sabría que estamos en el momento más seguro de la aviación internacional.
Aunque es cierto que han ocurrido varios accidentes en los últimos meses a nivel global, también es cierto que estamos rompiendo récords en cantidad de vuelos diarios. Y como tal, es de esperar que un aumento en el número de vuelos lleve a un aumento en accidentes e incidentes; es sencillamente un problema matemático.
La aviación norteamericana vivió su máxima expansión luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando existía un excedente de aeronaves y pilotos, mucho de estos ex militares que pasaban en masa a la aviación civil. Fue una época de rápido crecimiento de las aerolíneas norteamericanas que, junto con la industrialización del país, lograron conectar el vasto territorio norteamericano por vía aérea.
Pero con eso también surgió una red de amiguismo que llevó a que esos pilotos ex militares contratasen a otros pilotos ex militares, y las aerolíneas se llenaron del estereotipo que hoy algunos parecen extrañar: el típico piloto de aerolínea anglosajón, ex militar, de pelo blanco.
Al país le tomó décadas traer diversidad a las aerolíneas, y no fue hasta 1964 cuando David E. Harris se convirtió en el primer afroamericano en ser piloto de aerolíneas, y hasta 1976 cuando Emily Howell Warner pasó a ser la primera mujer capitana de aerolíneas.
Esto ocurrió incluso cuando décadas antes, durante la guerra, todo un escuadrón de pilotos afroamericanos (entre ellos un dominicano) se había destacado con los Tuskegee Airman; y escuadrones de mujeres llamadas Servicio de Mujeres Piloto de la Fuerza Aérea (WASP por sus siglas en inglés) sirvieron como instructoras de pilotos masculinos y volaron miles de horas en aviones militares dentro del país.
Al país le tomo décadas darse cuenta de que esta política de contratación de personal no les estaba dando buen resultado. Dentro de esos círculos de ex militares existían diferencias que llevaban a la ruptura del trabajo en equipo, y con ello, a los accidentes.
El típico piloto de combate, acostumbrado a volar solo en un pequeño avión caza de combate, no necesariamente se llevaba bien con el compañero que venía de volar cargueros o helicópteros militares, y mucho menos con los pocos civiles que venían de haber aprendido a volar en Cessnas.
Si profundizamos un poco más en la historia de la seguridad operacional en la aviación, encontraremos que la mejora en la estadística ha estado ligada a la mejora en la maquinaria, el trabajo en equipo y la regulación, siendo el trabajo en equipo el factor humano más importante en esta mejora. En este sentido debemos resaltar el profundo impacto que tuvo la creación del programa de Manejo de Recursos de Tripulación (CRM por sus siglas en inglés), iniciado por aerolíneas norteamericanas en los años 80.
Este programa buscaba romper con décadas de dogmas sociales en las aerolíneas, donde el capitán era considerado un dios y la tripulación sus discípulos. Era precisamente esa distancia de poder la que conducía a la gran cantidad de accidentes aéreos.
En mis 20 años de carrera he sido instructor y compañero de mujeres pilotos, así como de personas de diferentes razas, colores y nacionalidades. Nunca han jugado el género o el color de piel un papel importante en el desempeño de mis compañeros.
Todo lo contrario; es precisamente esa diversidad la que ha llevado a que el trabajo en equipo dentro de la cabina de mando sea, hoy en día, el mejor en la historia. La diferencia de opinión y de pensamiento en afrontar un problema hace que la cohesión del equipo sea mayor, no menor. Por lo que, a aquellos que extrañan la antigua industria aérea dominada por un grupo homogéneo de hombres blancos, les recomiendo que estudien la historia de la aviación internacional y la ciencia detrás de ella.