Algunos datos curiosos sobre las propinas

Las propinas pueden tener historias divertidas, curiosas y extrañas. Aquí listamos algunas: 

La propina más grande registrada: En 2020, un cliente dejó una propina de 9,400 dólares en un restaurante en Nueva York. ¡Eso es más de lo que muchas personas gastan en una comida completa!

La propina más pequeña del mundo: En 2009, un cliente en un café en Inglaterra dejó una propina de un centavo con una nota que decía "La propina es una responsabilidad no un derecho". Un mensaje bastante claro.

El inicio de las propinas en EE.UU.: Se dice que el término "propina" proviene del término en latín "propter" que significa "por favor" y se utilizaba en las tabernas medievales para solicitar un trato especial.

Propina de estrella de rock: El famoso músico Johnny Cash dejó una propina de 1,000 dólares en una silla de montar en un restaurante. Su generosidad siempre fue notable.

Propina musical: En algunos lugares, en lugar de dejar una propina en efectivo, los músicos pueden recibir bebidas gratis o descuentos en el bar como agradecimiento por su actuación.

Propinas congeladas: En el mundo de los cruceros, algunas compañías incluyen una tarifa diaria por servicio que se distribuye entre el personal. Aunque es una tarifa "obligatoria", puedes pedir que se ajuste si sientes que el servicio no fue satisfactorio.

Propina virtual: Con el aumento de los pagos digitales, algunos restaurantes ahora ofrecen la opción de agregar una propina directamente en la terminal de pago.

Propina en la antigüedad: En la antigua Roma, los clientes solían dejar una moneda extra en la mesa para asegurarse de recibir un buen servicio la próxima vez que visitaran el establecimiento.

Propina y superstición: En algunas culturas, dar o recibir propina en múltiplos de cinco se considera de buena suerte.

Propinas en la historia del cine: En la película "Reservoir Dogs" (Perros de reserva), Quentin Tarantino hace que los personajes discutan sobre la etiqueta de dejar propina en un restaurante.

La propina más grande de Hollywood: En 2007, el empresario y filántropo David Rubenstein dejó una propina de 100,000 dólares después de una cena en un restaurante en Washington D.C.

Propina en el espacio: En 2008, el astronauta Gregory Chamitoff dejó una propina de 10 dólares para el equipo de limpieza en la Estación Espacial Internacional.

Estas historias demuestran que las propinas pueden ser sorprendentes, generosas y a veces incluso humorísticas. ¡Quién sabía que un pequeño gesto podía dar lugar a tantas anécdotas interesantes!