La presencia de la anestesia: Un viaje a la ausencia del dolor

La anestesia, un avance médico que ha revolucionado la cirugía y el tratamiento del dolor, es una práctica que ha estado presente en la medicina durante más de un siglo. Este proceso médico ha transformado radicalmente la forma en que enfrentamos procedimientos quirúrgicos y terapéuticos que, de otro modo, serían extremadamente dolorosos y traumáticos.

La presencia de la anestesia representa un faro de esperanza en el mundo de la medicina, proporcionando alivio a pacientes que deben someterse a intervenciones invasivas, sin embargo, para el doctor Miguel Delance, quien es anestesiólogo, más que evitar el dolor, el equipo médico lo que persigue es garantizar la seguridad del paciente de manera integral.

Explica que los anestesiólogos monitorean constantemente la función vital del paciente durante la cirugía, ajustando la anestesia según sea necesario. Esta vigilancia constante es esencial para evitar complicaciones y garantizar un proceso quirúrgico exitoso.

La presencia de la anestesia también ha permitido el desarrollo de procedimientos médicos más avanzados y la realización de cirugías más complejas. Desde cirugías cardíacas hasta trasplantes de órganos, la anestesia ha allanado el camino para una variedad de tratamientos médicos que salvan vidas.

Asimismo, el doctor Delance resalta sobre el valor de la preanestesia, que es un proceso crucial que implica la evaluación integral del paciente, incluyendo su estado físico y las posibles consecuencias en el periodo perioperatorio. Esto nos proporciona una mayor seguridad en el conocimiento del paciente y en la preparación para el procedimiento. En la actualidad, los avances tecnológicos en medicina han permitido realizar cirugías ambulatorias exitosas. Sin embargo, esto requiere conocer al paciente al menos 72 horas antes del procedimiento, lo que nos brinda la oportunidad de educarlo sobre la ingesta de alimentos sólidos y líquidos antes del proceso.

“La parte humana de la preanestesia es esencial, ya que la empatía juega un papel importante en la reducción del estrés y la angustia que pueden experimentar los pacientes ante una situación desconocida. Es responsabilidad del anestesiólogo llevar a cabo la valoración del paciente, ya que es el profesional capacitado para interpretar las morbilidades en relación con la aplicación de la anestesia. Esto incluye a pacientes con cardiopatías, problemas pulmonares, enfermedades metabólicas como la diabetes y trastornos de la tiroides, entre otras condiciones médicas que requieren la consulta de otros especialistas”, considera.

Explica que los pacientes que han sido sometidos a una valoración preanestésica tienen un riesgo significativamente menor en comparación con aquellos que no han sido evaluados. El anestesiólogo se mantiene alerta y monitorea de cerca la función cardíaca, pulmonar y el estado general del paciente durante todo el procedimiento.

“Es importante mencionar que existe un índice significativo de suspensión de cirugías cuando se presentan problemas como niveles anormales de glucosa, presión arterial alta o anemias, lo que obliga a posponer la cirugía para evitar complicaciones”, agrega indicando que la  valoración preanestésica tiene como objetivo fundamental conocer al paciente de manera integral y brindarle la seguridad que le ofrece el servicio de anestesia. Esto es esencial para garantizar un proceso quirúrgico exitoso y una recuperación más segura y cómoda para el paciente.