Cuidados para mejorar la salud sexual femenina

El estrés, la mala alimentación y los hábitos poco saludables pueden pasar factura a la salud sexual. Por eso, llevar a cabo algunos cuidados cada día ayudará a que las relaciones íntimas sean más cómodas y placenteras

La salud sexual está estrechamente relacionada con la higiene íntima. (Shutterstock)

La sexualidad es un aspecto importante de cara a tener una buena calidad de vida. Sin embargo, en ocasiones, factores como las prisas o la rutina impiden prestar a este aspecto de la salud la atención que merece. Hoy, Día Europeo de la salud Sexual, te contamos qué deben tener en cuenta para cuidar este aspecto tan importante de la vida íntima.

Pero, con un poco de tiempo dedicado cada día al propio cuidado y poniendo en práctica las recomendaciones de los expertos, es posible aumentar la libido y mitigar ciertas molestias que dificultan a algunas mujeres el desarrollo de una vida sexual satisfactoria.

En este sentido, los especialistas de Procare Health, un laboratorio farmacéutico especializado en productos para la mujer, subrayan la importancia de conocerse bien. 

Así, señalan que el autoconocimiento es la base para el cuidado personal de la salud sexual. "La exploración es siempre el paso previo, no solo para conocer el correcto funcionamiento de los órganos sexuales, sino también para detectar pequeñas lesiones o afecciones que pueden influir en el normal desarrollo de las relaciones sexuales causando dolor o molestias", apuntan.

Higiene íntima y alimentación

De igual modo, indican que la salud sexual está estrechamente relacionada con la higiene íntima. Desde Procare Health aconsejan emplear un jabón líquido o una espuma con pH adaptado y sin parabenos. 

Por su parte, los expertos del Instituto Palacios subrayan la importancia de no utilizar una esponja ni nada similar para limpiar la zona genital "porque puede resultar un nido de gérmenes". 

Los profesionales de este centro médico especializado en salud femenina afirman que se deben utilizar los dedos y "pasarlos con suavidad por los pliegues de los labios mayores y menores y alrededor del clítoris". 

Después del lavado, aconsejan secar la zona íntima cuidadosamente con toallas de algodón secas y limpias. "Este procedimiento es fundamental para no aumentar la proliferación bacteriana, fúngica y viral", destacan.

En lo relativo a la ropa interior, los especialistas de Procare Health recomiendan que sea de algodón, cambiarla siempre que esté húmeda y evitar las prendas excesivamente ajustadas pues favorecen la sudoración de la zona íntima, lo que puede llegar a producir alteraciones de la microbiota vaginal.

Otro de sus consejos es cuidar la alimentación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) detalla que para tener una alimentación sana es preciso comer frutas, verduras, hortalizas, legumbres, frutos secos y cereales integrales. 

Asimismo, hay que tomar menos de cinco gramos de sal al día; limitar el consumo de azúcares a menos del 10% de la ingesta calórica total; la ingesta de grasa al 30% de las calorías diarias y optar por grasas no saturadas.

Los expertos de Procare Health afirman que una alimentación sana y equilibrada es esencial para el día a día y también para la salud sexual. 

"Así, una dieta baja en proteínas disminuye los niveles de testosterona, mediador clave en el deseo sexual femenino. Esto provoca disminución de la libido y sequedad vaginal, lo que hace que las relaciones sexuales sean dolorosas", puntualizan. Además, indican que la ausencia de vitaminas y minerales causa cansancio y fatiga.

Es habitual que, cuando relacionamos dieta y sexualidad pensemos en los denominados alimentos afrodisiacos. En este sentido, Vicente Briet, miembro de la junta directiva de la Sociedad Internacional de Especialistas en Sexología (Sisex), afirma que "no existe ningún alimento que por sí mismo produzca un incremento en el deseo sexual ni de hombres ni de mujeres. No, por lo menos que esté demostrado con evidencia científica", aclara.

Estrés, dopamina y serotonina

El sexólogo explica que, ante un estímulo excitante, nuestro cerebro envía señales hacia la región pélvica, lo que provoca la dilatación de vasos sanguíneos en dicha zona. 

Esta dilatación es la principal responsable de la erección en los hombres, pero también en las mujeres, puesto que existen tejidos eréctiles en el clítoris y en la región alrededor de la vagina.

Asimismo, en el cerebro se liberan, desde el núcleo accumbens, neurotransmisores relacionados con el sentido del placer, entre ellos, la dopamina y la serotonina.

"En respuesta a esta vía de activación neuronal del placer, podemos encontrar una supuesta efectividad de los alimentos como afrodisiacos, puesto que muchos de los denominados así contienen nutrientes que podrían participar en el favorecimiento del aumento de flujo sanguíneo en las regiones con capacidad eréctil, o bien en la regulación de los neurotransmisores y hormonas relacionados con el placer, el apetito y la reproducción sexual. Sin embargo, es necesario indicar que dichas sustancias deberían ingerirse en cantidades bastante más elevadas que las que se consumen habitualmente para desencadenar dichos efectos", asegura.

Además de seguir una dieta sana y equilibrada, hay otros hábitos saludables que también tienen efectos positivos sobre la salud sexual. Uno de ellos es el ejercicio físico. 

En este sentido, los especialistas de Procare Health señalan que el deporte "mejora la capacidad física y además, entre otros aspectos, hace mucho bien al sistema cardiovascular, lo que hace aumentar el flujo sanguíneo en el clítoris, fortalece el suelo pélvico y ayuda a relajarse".

"Relajarse es, de hecho, muy importante en lo relativo a la vida sexual, pues el estrés es uno de los principales inhibidores del deseo. Las personas estresadas se sienten demasiado ocupadas como para tener sexo. Además, aumenta la cantidad de hormona cortisol en el organismo, lo que baja la producción de testosterona", describe el sexólogo Vicente Briet.

De igual modo, los especialistas de Procare Health señalan que la falta de tiempo ligada al estilo de vida actual hace que se tenga la sensación de vivir al límite. "En esta situación, el organismo empieza a producir cortisol, la llamada hormona del estrés, que disminuye los niveles de testosterona, lo que causa inapetencia sexual". 

En este sentido, aconsejan encontrar tiempo libre y dedicarlo al bienestar propio lo que, según indican, "también reforzará la autoestima".

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