Abaratar las campañas

Tiene la razón el ministro de Trabajo y presidente del Partido Revolucionario Socialdemócrata, Luis Miguel De Camps, cuando dice que las campañas políticas deberían ser más baratas.

El comentario hecho a Diario Libre viene ante la obscena cantidad de dinero, que ronda los 5,000 millones de pesos, que será entregada a los partidos políticos para las elecciones de mayo.

La República Dominicana es un país en desarrollo, que no puede darse el lujo de gastar semejantes cantidades en un sistema que, en la práctica, es controlado por tres partidos mayoritarios.

Lo que se buscó con la ley de 1997 para la financiación de los partidos no se cumplió y ese recurso se ha convertido en un barril sin fondo que mantiene una industria política ineficiente.

Toca a quien gobierne el próximo cuatrienio sentarse a reformar con seriedad ese tema, libre de la intención de defender exclusivamente los intereses de los partidos y sí con el compromiso de cuidar las finanzas públicas.

Es intolerable que se tenga que evaluar, incluso, la posibilidad de emitir deuda para esos fines. Defender la democracia no se trata de asaltar el erario.