La Policía israelí investiga por incitación al imán de Al Aqsa por elogiar a Haniyeh

La Policía israelí abrió este viernes una investigación por incitación contra al imán Ekrima Sabri por elogiar al fallecido jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh, durante una oración en su honor en la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, el mismo día que el líder islamista ha sido enterrado en Doha.

"Es sospechoso de haber hecho declaraciones de incitación y apoyo al terrorismo durante un sermón pronunciado hoy durante la oración del mediodía en el Monte del Templo. El imán ha sido trasladado para un interrogatorio por la unidad central del distrito de Jerusalén", informó la Policía en un comunicado.

El imán fue detenido para ser interrogado pero la Policía no ha informado sobre si ya ha sido puesto en libertad.

Los israelíes se refieren a la Explanada de las Mezquitas, principal foco de tensión en Jerusalén este ocupado, como Monte del Templo, y es el lugar más sagrado para el judaísmo; mientras que los musulmanes llaman a todo el reciento mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado para el islam.

La Policía abrió su investigación en cuanto la fiscalía aprobó la apertura de la pesquisa por esos cargos, explicó un portavoz policial, que explicó que no es la primera vez que el imán Sabri es investigado por incitación y la fiscalía del Estado ya presentó hace unos meses una acusación contra él por incitación y enaltecimiento del terrorismo.

"La política que delineé para la policía es clara: actuar con tolerancia cero ante cualquier manifestación de incitación. Así fue y así con la ayuda de Dios seguirá siendo", afirmó en X el ministro de Seguridad Nacional, el extremista y supremacista judío Itamar Ben Gvir, quien está a cargo de los cuerpos policiales.

En un segundo mensaje, Ben Gvir se vanaglorió de que el "imán de los asesinos" tuvieran que prestar declaración en comisaría delante de la bandera israelí, junto con una foto del momento del interrogatorio, con la cara difuminada del sospechoso.

En su sermón, Sabri señaló que "los habitantes de Jerusalén" tenían en sus oraciones al "mártir" Haniye, para quien pidió "misericordia". "Pedimos que reciba compasión y el paraíso", indicó el predicador musulmán horas antes de que el líder de Hamás fuera enterrado hoy en el cementerio de Lusail de Doha, donde vivía desde 2019.

Hamás hizo ayer un llamamiento a un "día de furia" por la muerte del que era su líder, fallecido el miércoles víctima de un ataque en Teherán, contra el edificio en el que se alojaba tras asistir a la toma de posesión del presidente Masud Pezeshkian.

Tanto Irán como Hamás acusan a Israel del ataque, que no lo ha reivindicado.