Presidente de Guyana exige indemnización para descendientes de esclavos
Propuso además que los implicados en el tráfico de esclavos sean acusados de manera póstuma de crímenes de lesa humanidad
El presidente de Guyana, Irfaan Ali, arremetió el jueves contra los descendientes de los traficantes europeos de esclavos y señaló que quienes lucraron con el cruel negocio trasatlántico deberían indemnizar económicamente a las generaciones actuales.
El gobernante del país sudamericano propuso además que los implicados en el tráfico de esclavos sean acusados de manera póstuma de crímenes de lesa humanidad.
Ali hizo sus declaraciones en la víspera de la disculpa formal programada para el viernes que emitirán en Guyana los descendientes del propietario escocés de una finca azucarera y cafetera del siglo XIX, John Gladstone, y señaló que la disculpa debería incluir otros aspectos, como una indemnización y justicia restaurativa.
El presidente dijo que si bien acogía los planes de la familia de reconocer lo que él describió como pecados del pasado, ese ejercicio implicaba “un reconocimiento de la naturaleza cruel de la esclavización y servidumbre africanas en Guyana, y un acto de arrepentimiento por lo sucedido en Demerara y otras fincas propiedad de su patriarca, John Gladstone”.
Gladstone fue padre del primer ministro británico del siglo XIX William Ewart Gladstone, y recibió más de 100,000 libras de compensación por centenares de esclavos.
No se pudo contactar de momento a la familia Gladstone para conocer sus comentarios.
Seis miembros de la familia Gladstone tenían previsto llegar el jueves a la nación sudamericana para participar en la breve ceremonia del viernes en la Universidad de Guyana, donde ofrecerán sus disculpas formales por el papel que John Gladstone desempeñó en la otrora Guayana Británica.
Se prevé que los acompañé también la experiodista de la BBC Laura Trevelyan, cuya familia se disculpó este año ante descendientes de esclavos en Granada porque sus antepasados eran propietarios de cientos de esclavos en esa isla del Caribe oriental.
Gladstone, propietario ausente de fincas y de más de 2,500 esclavos en Guyana y Jamaica, jamás puso un pie en Guyana ni en las vecinas Indias Occidentales, pero estaba a cargo cuando estalló la famosa rebelión de esclavos de 1823 en su finca en la localidad de Success Village, en la costa este de Guyana, a unos 11 kilómetros (7 millas) de la capital, Georgetown.
Los archivos históricos muestran que centenares de esclavos alzados fueron decapitados y que sus cabezas fueron exhibidas en postes en todo el trayecto hasta la capital para amedrentar a los demás que tuvieran mentalidad rebelde, como parte de las acciones de los colonizadores para sofocar la rebelión que había durado dos días.
Ali señaló que las demandas de pago de reparaciones por parte de los miembros del bloque comercial caribeño Caricom se han intensificado. Afirmó que “las reparaciones (son) un compromiso para corregir errores históricos. La trata trasatlántica de esclavos y la esclavitud africana fueron una afrenta a la propia humanidad. La atrocidad de este crimen contra la humanidad exige que intentemos corregir estos errores”.
Los países de la Caricom, incluida Guyana, ya han contratado a un bufete de abogados británico para que estudie su caso de compensación económica por parte de Gran Bretaña y otros países europeos. El bloque comercial ha manifestado que se le ha informado que su argumento es sólido y debe seguir adelante.
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