Neuropsicóloga advierte demanda de niños con autismo desborda cuota aceptan colegios
Gricel Pezzotti dice existe actualmente discriminación y falta de preparación educativa, social y laboral
La neuropsicóloga Gricel Pezzotti reveló que actualmente los colegios privados aceptan máximo por aula dos niños con necesidades educativas específicas, en una matriculación de hasta 25 alumnos.
“Hace unos 10 años, no se percibía la demanda en las aulas de plazas para niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) como lo tenemos hoy día. Y esto, señores, aún sin contar con estadísticas oficiales, es un hecho preocupante”, dijo la experta, analista del comportamiento certificada, quien dice que visita distintos colegios dos y tres veces por semana para asistir principalmente en el manejo conductual de los niños.
Pezzotti fue la primera expositora en las recientes vistas públicas de la Comisión Bicameral Especial que estudia el Proyecto de Ley que Regula las Políticas Públicas para la Atención, Protección e Inclusión de Personas con TEA.
Hizo hincapié en aclarar que esto sucede en los colegios que sí dan la apertura a la matriculación de esta población ya que, desafortunadamente, son muchos más frecuentes los centros educativos que no lo hacen.
Dijo que en los casos de los colegios que aceptan hasta dos niños por aulas, al menos en la mitad de los casos, se solicitan maestros de apoyo, que son instructores que brindan atención individualizada al estudiante, lo que representa un costo adicional para las familias.
El TEA es un grupo de afecciones diversas que afecta el neurodesarrollo y se caracteriza por algún grado de dificultad en la interacción social y la comunicación.
“Las familias con TEA no cuentan con respaldo económico para solventar el peso de las atenciones que ameritan estos niños, jóvenes y adultos”, dijo.
Alertó que al niño al que se le excluye o limita las oportunidades educativas, es un joven y adulto con limitada o inexistente inserción laboral o social.
Enfatizó que los colegios no cuentan con el personal docente debidamente capacitado, lo que se traduce en una significativa escasez de adecuada respuesta a las necesidades educativas.
“Y ojo: no utilizamos los términos de matriculación e inclusión de manera intercambiable. La inclusión conlleva un proceso de consideraciones y apoyo educativo individualizado que no se garantiza con el mero cobro de una mensualidad escolar”, precisó.
Pezzotti dirige el Centro-AICET, pionero en el país con la Acreditación en Análisis del Comportamiento Aplicado (Applied Behavior Analysis – ABA), que ofrece a familias con niños y niñas en edad preescolar servicios sobre trastornos del desarrollo, conducta y aprendizaje.
Aunque sus servicios no se limitan a la población TEA, desde sus inicios el 95 % de las solicitudes son sobre esta condición, lo que le ha permitido mayor sensibilidad al tema.
“En los últimos años he tenido conversaciones similares con directores los distintos colegios a los que colaboro. Con mayor frecuencia que antes me han preguntado: “Gricel, ¿qué está pasando con el autismo?” La pregunta no es: “¿qué está pasando con la Discapacidad Visual?” o “¿qué está pasando con la Discapacidad Intelectual?” No. Es: “¿qué está pasando con autismo?” Y la pregunta hace referencia al número de casos que estamos detectando cada vez en mayor frecuencia en las aulas”, señaló.
Planteó que en el país no se dispone de estadísticas oficiales que reflejan la prevalencia actual o la incidencia del autismo.
En el caso de los Estados Unidos, indicó, el registro de diagnóstico de autismo en los 10 últimos años pasó de estimarse de 1 de cada 88 niños nacidos, a 1 de cada 44 niños.
“Los norteamericanos consideran esta cifra alarmante. Algunos hermanos países latinoamericanos ya van avanzado con la aprobación de propuestas de leyes exclusivas para esta población, impulsado por la imperativa y evidente necesidad de aplicar políticas públicas para la protección de derechos de personas con TEA, así como su adecuada inserción en las áreas de educación, laboral y social”, puntualizó.
Sustentó su respaldo a una ley especial para la atención de las personas con autismo, a que existe actualmente discriminación educativa, social y laboral; vulneración de derechos fundamentales, poco respaldo social y político y, en general, escasa respuestas a una población que se hace cada vez más presente y necesitada.
“Esto lo veo en mi práctica diaria y es por tal motivo que me presento hoy aquí con completa convicción de la necesidad urgente de la aprobación del proyecto de ley que regula las políticas públicas para la atención, protección e inclusión de personas con TEA”, insistió.
Explicó que el proyecto procura, en principio, no solamente eliminar estas barreras expuestas, sino también adoptar políticas públicas tendientes a la identificación de estas necesidades y que el Estado, en su conjunto, y en colaboración con otros sectores, puedan garantizar el desarrollo de personas con TEA.
El proyecto de ley es autoría de los senadores Franklin Rodríguez (San Cristóbal) y de Dionis Sánchez (Pedernales). La comisión bicameral que estudia la iniciativa la preside Bautista Rojas Gómez (Hermanas Mirabal).
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