Leonel Fernández: “Nos preocupa que Abinader saque partida electoral a Haití”

La crisis haitiana, agudizada en julio del 2021 con el magnicidio de Jovenel Moise, se ha extendido durante casi tres años en Haití, llegando a impactar en tópicos de la República Dominicana como la soberanía, la economía y las elecciones que se celebrarán en el 2024.

La preservación de la soberanía y el resguardo de la frontera ha sido un tema insistente en las agendas de los candidatos presidenciales, por lo que el expresidente Leonel Fernández se mostró preocupado este miércoles sobre el manejo que pueda dar el mandatario Luis Abinader al desequilibrio haitiano, ya que es presidente del país y a la vez aspirante presidencial para las elecciones de mayo del 2024.

Abinader, quien ha insistido en los escenarios internacionales sobre la necesidad de un respaldo masivo para mitigar la crisis en Haití, aprovechó la última reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para expresar dos posibles escenarios ante el problema: luchar juntos contra la crisis o permitir que la República Dominicana luche sola para defender su soberanía.

Ante ese discurso de defensa y en medio de un intenso proselitismo político de cara a los comicios municipales y presidenciales, Fernández manifestó que la preocupación de su partido y la suya propia es que Abinader “deje de actuar como un estadista y se comporte como un candidato a la reelección” que, en el caso haitiano, aproveche el tópico para captar votos en su favor.

RD no es refugio

Al participar en el Diálogo Libre, el exmandatario analizó el proceso de crisis que ha vivido Haití durante los últimos años y, aunque lamentó el estallido, sostuvo que República Dominicana no debe ser un lugar de refugio para los haitianos que huyen de su país intentando escapar de las precariedades y las crisis.

Por eso, valoró la medida del actual Gobierno para reforzar la frontera y explicó que cualquier mandato estaría en la obligación de proteger la división territorial en caso de que existan amenazas que atenten contra la seguridad nacional.

Sin embargo, el presidente del partido Fuerza del Pueblo y candidato a la presidencia para las elecciones de mayo del 2024 puntualizó que la medida para fortalecer la seguridad fronteriza debe ir de la mano con otras estrategias como la paralización del otorgamiento de visas.

“La realidad es que podemos contener la migración ilegal empezando por no dar tantas visas al aire, hay que poner un freno ahí porque estamos en momentos de dificultades y aunque se ha detenido el proceso, ellos (haitianos) siguen entrando”, precisó Fernández al analizar el éxodo de haitianos hacia territorio dominicano. 

Haití no es prioridad

El escenario internacional actual luce sombrío: amenazas de guerra, diferencias entre potencias y crisis sociales. El paquete de inestabilidades, según Fernández, hace que el tema haitiano quede opacado en las agendas más importantes.

En su análisis, el expresidente enumeró crisis como la guerra entre Israel y Gaza, el combate entre Rusia y Ucrania, el conflicto entre China y Taiwán o los ataques en el Mar Rojo que, unidos a un año electoral en los Estados Unidos, provocan que la crisis política y social en Haití no sea la prioridad del liderazgo internacional, que ha prometido respaldo para resolver el tema, pero sin ninguna conclusión exitosa.

“La crisis de Haití coincide con un mal momento porque el mundo se encuentra en un escenario convulso e incierto en que las prioridades son otras”, apuntó Fernández.

Una nueva Minustah

A consideración del político, la comunidad internacional ha actuado con irresponsabilidad respecto al tema que agobia a Haití, al que calificó como “un asunto humanitario” que debe involucrar la atención de otros países y la implementación de medidas que contribuyan a que la situación no se agrave.

En ese orden, propuso la instalación de una nueva Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), una táctica impuesta en el año 2004 para consolidar la estabilidad política en el país. 

Con una disposición así, la comunidad internacional tomaría “un rol más proactivo” para encarar la crisis de Haití que se agudizó desde el 2021.