El coronavirus pone a prueba a los cementerios de Nueva York
El gigantesco cementerio de Brooklyn realiza de 130 a 140 cremaciones por semana, contra 60 en tiempos normales
El doble de cremaciones y cinco veces más entierros: Green-Wood, el mayor cementario de Nueva York, llegó al límite de su capacidad debido al incesante flujo de cadáveres de pacientes de coronavirus.
La ola de muertos por el COVID-19 llegó en la tercera semana de marzo a este gigantesco cementerio de Brooklyn creado en 1838, uno de los más bellos de la ciudad, con 193 hectáreas sobre la bahía de Nueva York. Aquí yacen los restos, entre otros, del compositor Leonard Bernstein y del pintor Jean-Michel Basquiat.
"Comenzó con las cremaciones", explicó Eric Barna, vicepresidente a cargo de operaciones. Algunos días la cifra superaba "en cuatro o cinco" el volumen normal.
Actualmente el cementerio realiza de 130 a 140 cremaciones por semana, contra 60 en tiempos normales.
"Y no es solo Green-Wood", aseguró Barna, que integra la Asociación de Cementerios Metropolitanos, la organización que reagrupa a los cementerios de Nueva York, Long Island (este) y el condado de Westchester (norte).
"Todo el mundo ve las mismas cifras", dijo. "Incluso escuché que algunas funerarias buscaban cementerios fuera del estado de Nueva York (...) Llegamos al punto en el cual el sistema no puede manejar un volumen tan grande en tan poco tiempo".
La cremación, que cuesta unos 370 dólares, es mucho menos onerosa que un entierro en este cementerio cercano a alcanzar su capacidad máxima, donde un espacio para tres ataúdes se vende a 19,000 dólares.
Desde hace una decena de días, los entierros "se aceleraron verdaderamente", destacó. Son 15 o 16 a diario, contra dos o tres normalmente.
- "Una apuesta por lo más rápido" -
La cantidad oficial de muertos por el COVID-19 en Nueva York, epicentro de la epidemia en Estados Unidos, ya es más elevada que la de algunos países. Y es inclusive "muy inferior a lo que sucede realmente", sin duda debido a la cantidad limitada de test, según Barna.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, agregó el martes 3,700 muertos a ese saldo, para incluir la cantidad de muertes "probables" de COVID-19, elevando el balance total a más de 10,000 fallecidos en poco más de un mes.
Barna aún no siente el impacto de la caída en el número de hospitalizaciones evocada por las autoridades, que aseguran que lo peor quedó atrás. La cifra de muertos permanece estable en más de 700 por día.
Barna ya escuchó hablar de la idea de realizar entierros temporarios, mencionada la semana pasada por un concejal de Manhattan para hacer frente a un número récord de muertos. Pero piensa que "sería verdaderamente complicado".
"La ciudad no está preparada para administrar un cementerio temporario", dijo.
En los entierros en Green-Wood, los empleados visten ropa protectora y no permanecen cuando los familiares se presentan, para evitar todo riesgo de contaminación, explicó Barna.
Nadie ha resultado infectado aún. El cementerio dice ser tolerante con la cantidad de personas autorizadas en los entierros, pero quien acude es "generalmente la familia cercana". Y para las cremaciones en general casi no hay familiares, dijo.
"Pienso que mucha gente apuesta por lo más rápido, por la incineración", explicó. "Pero a medida que las cosas retornen a la normalidad, habrá muchas ceremonias".
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