¿Quién dirigirá el Pentágono cuando Trump asuma el cargo?
Como es costumbre, todos los actuales nominados políticos renunciarán a partir del mediodía EST el día de la investidura
Aún no se sabe quién tomará el mando del Pentágono y los servicios militares cuando sus principales líderes renuncien el lunes, cuando el presidente electo, Donald Trump, asuma la presidencia.
Hasta el viernes, varios funcionarios dijeron que aún no sabían quién se convertiría en el secretario de defensa interino.
Señalaron que los jefes militares del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea se preparaban para fungir como secretarios de servicio interinos —un movimiento poco común— porque no se había nombrado a civiles, o algunos de ellos habían rechazado la oportunidad.
Puestos claves de defensa
Como es costumbre, todos los actuales nominados políticos renunciarán a partir del mediodía EST el día de la investidura, dejando vacantes cientos de puestos clave de defensa, entre ellos, docenas que requieren la confirmación del Senado.
Además del puesto principal y los tres secretarios de servicio, todos sus adjuntos y el personal de política de alto nivel se irán.
Se espera que el Comité de Servicios Armados del Senado vote el lunes sobre la elección de Trump para dirigir el Departamento de Defensa, Pete Hegseth, pero la votación del pleno del Senado podría no ocurrir sino hasta varios días después.
Como resultado, algún miembro del gobierno del presidente Joe Biden tendría que hacerse cargo temporalmente.
Para los secretarios de servicio, los funcionarios dijeron que, aunque las cosas podrían cambiar antes de la ceremonia de investidura, el equipo de Trump considera al general Randy George, jefe del Estado Mayor del Ejército, para fungir como jefe temporal de ese servicio.
Señalaron que el general David Allvin, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, y la almirante Lisa Franchetti, jefa de la Marina, saben que podrían tener que intervenir si no se nombra a un civil como secretario interino, y ya se preparan para esa posibilidad.
Deliberaciones internas
Los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato para explicar deliberaciones internas, dijeron que muchos líderes de alto nivel del gobierno de Biden se muestran reacios a trabajar en la administración entrante de Trump porque les preocupan los cambios de política que podrían tener que manejar o hacer cumplir.
Usualmente, solo las personas nombradas por el presidente y confirmadas por el Senado sirven como secretarios de defensa o de servicio, incluso de forma interina durante una transición. Trump podría retirar de otra agencia a un miembro confirmado del gobierno de Biden y poner a esa persona en el Pentágono.
El control civil del ejército es un principio clave, pero según la ley, los jefes militares de los servicios —todos confirmados por el Senado— pueden tomar el control de manera temporal. Es poco frecuente, pero ocurrió hace más de 30 años.
Arnold Punaro, un general retirado de dos estrellas de la Reserva del Cuerpo de Marines, dijo que en 1993, al almirante Frank Kelso, que era jefe de la Marina, se le pidió que sirviera como secretario interino de la Marina cuando Bill Clinton asumió la presidencia porque los líderes civiles no se presentaron.
“No sucede muy a menudo”, dijo Punaro, que fue director de personal del Comité de Servicios Armados del Senado durante 14 años y ha asesorado durante décadas a nominados en el proceso de confirmación.
“Normalmente no quieres que militares en activo sirvan en los puestos de control civil. La realidad práctica es que desempeñan ambas funciones”, agregó.
La transición a un nuevo secretario de defensa generalmente ha sido un proceso ordenado.
Hace cuatro años, el secretario de defensa adjunto del gobierno de Trump, David Norquist, se convirtió en secretario interino durante el intervalo de dos días entre la toma de posesión del presidente demócrata Joe Biden y la votación del Senado para confirmar a Lloyd Austin como jefe del Pentágono.
El presidente Barack Obama pidió al secretario de Defensa de su predecesor republicano, Robert Gates, que continuara como su propio líder del Pentágono en 2009.
En 2017, Jim Mattis, la elección de Trump para secretario durante su primer mandato, fue confirmado el día del cambio de gobierno.
Las diversas administraciones han manejado la transición de manera diferente. En muchos casos, se ha pedido a las personas que permanezcan en una función temporal.
En un caso reciente, dijeron los funcionarios, los contralores de los servicios actuaron como secretarios interinos porque un trabajo clave en los próximos meses es armar el enorme y complejo presupuesto y, más a menudo, las personas del área financiera son consideradas menos políticas.
La brecha de este año se complica aún más por el hecho de que Trump y Hegseth prometieron eliminar del Departamento de Defensa a los que llaman generales “progresistas”, aquellos que han apoyado los programas de diversidad.
Esto plantea la posibilidad de que, aun mientras la administración lucha por llenar sus puestos de nombramiento político, también pueda estar creando vacíos en la estructura de liderazgo militar, los cuales tendrán que ser llenados.
Cuando la senadora Elissa Slotkin, le preguntó a Hegseth durante su audiencia de nominación si pretendía despedir al actual presidente del Estado Mayor Conjunto, el general CQ Brown, respondió: “Senadora, todos los oficiales de alto rango serán revisados con base en la meritocracia, estándares, letalidad y compromiso con las órdenes legales que se les darán”.
Hegseth dijo previamente que Brown debería ser despedido. Grupos conservadores han compilado listas de generales que creen que deberían ser expulsados por apoyar programas de diversidad. Si Brown es despedido, el vicepresidente del Estado Mayor Conjunto asumiría hasta que se confirme un nuevo presidente.