Se repite la historia: Bodeguero dominicano enfrenta cargos por balear a un ladrón armado
Incidentes de defensa en bodegas de Nueva York
El dominicano Jhonny Gómez Cordero, dueño de una bodega en Nueva York, enfrenta cargos penales por dispararle a un presunto ladrón de 17 años con un arma que "encontró" en el baño de su tienda, según lo informado por The New York Post.
Gómez Cordero, de 56 años, estaba atendiendo el mostrador de su bodega ubicada en la calle Melrose el pasado 28 de noviembre, Día de Acción de Gracias, cuando un par de ladrones enmascarados y armados presuntamente irrumpieron para robar el lugar.
Uno de ellos recibió un disparo en un pie, con una pistola que el comerciante de origen dominicano asegura encontró en el baño, unas dos horas antes del altercado, según el diario neoyorquino.
La policía dijo que el arma es ilegal y acusaron a Cordero de cargos de armas, mientras que sus defensores, entre ellos su hija, dicen que fue en defensa propia.
"Es algo injusto, porque él defendió a todos, puso en riesgo su vida por defender a sus empleados, los clientes que estaban ahí dentro. Yo quiero que se haga justicia, porque mi padre nunca ha tenido problemas con nadie y es un hombre religioso, de la iglesia, un líder de la iglesia. Siempre está puesto para ayudar a personas que necesitan ayuda", dijo en español Yhojeidy Gómez Rosa, hija del bodeguero, a la prensa local.
El representante de United Bodegas of America, el dominicano Fernando Mateo, también se mostró a favor de su compatriota y aseguró en una conferencia de prensa el pasado miércoles que van a luchar contra los cargos que pesan en contra del bodeguero.
"Vamos a luchar contra esos cargos y vamos a asegurarnos de que Jhonny Gómez sea un hombre libre y no sea acusado de nada criminal", dijo.
"Mira, tiene un negocio que llevar" —dijo Mateo—. "Tiene cuatro hijos que mantener. Él tiene una esposa. Él tiene una iglesia. Ustedes saben, este es un hombre de Cristo. Un hombre de Dios, una persona trabajadora".
Lo que dice la policía
Según la denuncia penal, la cámara de seguridad del mercado Mi Gerizin captó la acción y muestra que: "el acusado apuntó con un arma de fuego hacia un individuo conocido por el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York y descargó dicha arma de fuego", dice el documento judicial.
"El declarante afirma que al revisar el video de vigilancia, el declarante observó un fogonazo y escuchó lo que parecía ser el sonido de un arma de fuego", agrega la denuncia.
El hombre herido fue golpeado en la pierna y fue trasladado a un hospital, pero las lesiones no ponen en peligro su vida, según el documento.
Mateo admite que el bodeguero no había solicitado un permiso para portar armas, al tiempo que aseguró que Cordero simplemente encontró el arma por pura casualidad.
"Cuando entras a tu bodega y permites que todos usen tu baño, que usen tus instalaciones, nunca sabes lo que van a dejar en el baño", dijo. "Y en este caso en particular, alguien dejó caer una pistola en el baño. Y podría haber salvado la vida de todas las personas que están en la bodega. Y podría haberle salvado la vida", reflexionó Mateo.
"Porque si esa pistola no hubiera estado allí, no habría podido defender a la gente de la bodega", agregó.
La historia se repite
La historia le sigue a la del empleado dominicano José Alba, que en julio de 2022 en una bodega de Manhattan apuñaló mortalmente a Austin Simon, de 35 años, que irrumpió a su lugar de trabajo y lo arrinconara, en un momento incluso empujándolo con fuerza contra un estante.
El hecho condujo temporalmente a cargos de asesinato contra Alba.
Más tarde, los fiscales de Manhattan retiraron los cargos contra Alba, dictaminando que el incidente fue en defensa propia.