Búsqueda de víctimas de Helene se prolonga otra semana y jefe de policía dice que "no descansarán"
Más de 215 fallecidos y cientos desaparecidos en las montañas
La búsqueda de víctimas del huracán Helene entraba en su segunda semana el viernes, mientras los agotados equipos de rescate y los voluntarios seguían trabajando durante largas jornadas sorteando carreteras devastadas, líneas eléctricas caídas y deslaves, para llegar hasta los aislados y desaparecidos.
“Sabemos que son momentos difíciles, pero por favor, sepan que estamos llegando", dijo Quentin Miller, jefe de la policía del condado de Buncombe, Carolina del Norte, en una conferencia de prensa el jueves en la noche. “Estamos yendo a buscarlos. Vamos a recoger a nuestra gente".
Con al menos 215 fallecidos, Helene es ya el huracán más letal en tocar suelo continental estadounidense desde Katrina en 2005, y docenas, o posiblemente cientos, de personas siguen en paradero desconocido. Casi la mitad de las víctimas estaban en Carolina del Norte, y docenas más perdieron la vida en Carolina del Sur y Georgia.
Solo en el condado de Buncombe, hasta el jueves por la noche había 72 decesos confirmados, apuntó Miller. Allí se encuentra la ciudad turística de Asheville, la más poblada de la región. Pese a esto, el jefe de policía mantiene la esperanza de que muchos de los desaparecidos estén vivos.
¿Su mensaje para ellos?
“Su seguridad y su bienestar son nuestra mayor prioridad. Y no descansaremos hasta que estén seguros y hayan sido atendidos".
Los rescatistas enfrentan terrenos difíciles
Más de una semana después de que la tormenta entrase por la costa del golfo de México en Florida, la falta de señal telefónica y de electricidad sigue obstaculizando los esfuerzos para contactar con los desaparecidos. Esto supone que los rescatistas deben avanzar lentamente por las montañas para saber si los residentes están a salvo.
A lo largo del río Cane, en el oeste de la Cordillera Azul de Carolina del Norte, efectivos del Departamento de Bomberos Voluntarios de Pensacola se abrían paso entre los árboles en lo alto de un valle, casi una semana después de que un muro de agua lo arrasara.
Pensacola — que está a unos kilómetros (millas) del Monte Mitchell, el punto más alto al este del río Mississippi — perdió a gran número de personas, dijo Mark Harrison, jefe médico del departamento.
“Estamos empezando a recuperarnos”, manifestó. “Hemos sacado a la gente que se encontraba en una situación más crítica”.
Cerca de la frontera estatal con Tennessee, los equipos estaban empezando a llegar por fin a las carreteras secundarias luego de despegjar las principales, pero eso le suponía nuevos retos. Las carreteras más pequeñas serpentean con curvas pronunciadas y cruzan pequeños puentes que pueden ser difíciles de transitar incluso con un clima ideal.
“Todo va bien y luego pasan una curva y el camino ha desaparecido y hay un gran barranco, o el puente ya no está”, dijo Charlie Wallin, comisionado del condado de Watauga. “Solo podemos avanzar hasta cierto punto”.
Cada día hay nuevos pedidos para saber de alguien de quien no se han tenido noticias aún, indicó Wallin. Es difícil saber cuándo terminará la búsqueda.
“Esperas poder estar cada vez más cerca, pero es complicado saberlo", añadió.
La electricidad regresa poco a poco
La electricidad se está restableciendo poco a poco y el número de hogares y empresas sin servicio cayó por debajo del millón por primera vez desde el fin de semana pasado, según la web poweroutage.us. La mayoría de los apagones se registraron en las Carolinas y Georgia, los estados azotadas por Helene tras tocar tierra en Florida como un huracán de categoría 4 el 26 de septiembre.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobrevoló el miércoles la devastación causada por el meteoro en las Carolinas. Su gobierno se comprometió a sufragar el costo de la retirada de los escombros y de las medidas de protección de emergencia durante seis meses en Carolina del Norte, y durante tres en Georgia. Los fondos se utilizarán para hacer frente al impacto de los deslaves y las inundaciones, y para financiar los socorristas, equipos de búsqueda y rescate, refugios y alimentación.