Hallan grandes concentraciones de carcinógeno en sureste de Luisiana
Hallazgos inesperados despiertan preocupación por la salud pública
Investigadores con equipos de alta tecnología y laboratorios móviles recorrieron una franja industrializada en el sureste de Luisiana y hallaron concentraciones de un carcinógeno hasta 10 veces mayores de lo previamente estimado, según un estudio publicado el martes en la revista especializada Environmental Science & Technology.
El estudio por expertos de la Universidad Johns Hopkins suscita interrogantes por la salud en las comunidades cercanas a las plantas químicas a lo largo del río Mississippi entre Baton Rouge y Nueva Orleans, una región apodada “Valle del Cáncer” por ambientalistas.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) considera la exposición al óxido de etileno como un riesgo de cáncer, aunque la industria química discrepa. El estado de California, que tiene su propia agencia ambiental, también considera que el elemento “es una conocida causa de cáncer y de toxicidad reproductiva” en hombres y mujeres.
El estudio además presenta nuevas tecnologías para obtener medidas mejores y más exactas de la presencia del óxido de etileno y otras sustancias.
“La tecnología de instrumentación que tenemos hoy en día es mucho más sensible y portátil y puede ser transportada en camionetas en maneras que no tienen los instrumentos regulatorios”, dijo Pete DeCarlo, uno de los investigadores que participó en el sondeo.
El óxido de etileno se produce en grandes cantidades y se usa para elaborar el principal ingrediente de anticongelantes y poliéster. También se usa para esterilizar alimentos, cosméticos y equipos médicos y como pesticida.
- El reporte surge en momentos en que el gobierno estadounidense está tratando de reducir la exposición de la gente al gas. Hace poco la EPA anunció planes para limitar el uso de la sustancia. Y el óxido de etileno está mencionado una amplia orden emitida en abril, que le exige a más de 200 plantas en todo Estados Unidos que reduzcan sus emisiones tóxicas.
Tradicionalmente, las lecturas de óxido de etileno se obtienen almacenando muestras de aire en recipientes de acero inoxidable, para ser analizados luego en el laboratorio. El problema con eso, dijo DeCarlo, es que almacenar el gas en los recipientes al parecer altera la concentración.
- Las cifras regulatorias actuales de los niveles de óxido de etileno se basan en muestras reportadas por la industria. Esas cifras, añadió, “son entre dos y 10 veces menos que las que registramos en nuestro laboratorio móvil en Luisiana”.
El estudio de Johns Hopkins usó dos camionetas que pasaron por la misma ruta repetidamente en el transcurso de un mes el año pasado. Los expertos usaron instrumentos que medían el gas mientras se desplazaba por una luz de alta intensidad. Las camionetas usaron dos instrumentos distintos y, sin embargo, arrojaron resultados similares, lo que solidificó la confianza de los investigadores en su método.