Embajador dominicano en la ONU pide despliegue de misión en Haití no sea aplazado "por más tiempo"
Se espera que la fuerza de apoyo a la policía haitiana llegue a mediados de este mes
El embajador de la República Dominicana ante Naciones Unidas, José Blanco, se reunió este viernes con el subsecretario general para Europa, Asia Central y las Américas con quien abordó la situación de Haití y el estatus de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad que se desplegará en el país caribeño para ayudar en la lucha contra las bandas armadas.
En el encuentro con Miroslav Jenca también se destacó "la necesidad de que este despliegue no se siga prolongando por más tiempo", según lo publicado por Blanco en la plataforma X.
Kenia, que asumió el liderazgo de la misión y aportará unos mil agentes, postergó el envío de sus primeros 200 policías para mediados de este mes, después que la llegada esperada para finales de mayo no se produjera por riesgos de seguridad y la no terminación de la base militar que construye Estados Unidos para albergar a los agentes internacionales.
Estados Unidos es el principal apoyo económico y político de la misión, que cuenta con la aprobación de las Naciones Unidas.
Blanco también conversó con el subsecretario de la ONU sobre la renovación del mandato de la BINUH (Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití) el próximo mes y "la necesidad de que el mismo sea robustecido a fin de poder apoyar los enormes desafíos que atraviesa nuestro vecino", concluye el breve comunicado.
República Dominicana ha reiterado en diversas oportunidades ante los organismos internacionales la necesidad de hacer frente a la situación de Haití, siendo la más reciente la participación de la delegación dominicana ante la Asamblea Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la que la embajadora Mayerlyn Cordero Díaz indicó que no se pueden seguir aplazando "las acciones necesarias para restaurar la seguridad y la paz" en territorio haitiano.
Desde hace décadas, Haití, el país más pobre de América, ha vivido crisis de manera recurrente, entre ellas la derivada del potente terremoto de 2010 que causó unas 300,000 muertes, el brote de cólera que surgió ese mismo año y que acabó con la vida de miles de personas y los sucesivos huracanes que no han hecho más que agravar la situación.
La más reciente de ellas explotó a finales de febrero cuando las bandas atacaron infraestructuras críticas de la capital haitiana, como dos cárceles importantes, que terminó con la salida de miles de reclusos y el intento de tomar el aeropuerto de Puerto Príncipe, que llevó al cese de operaciones por casi tres meses.
Los pandilleros pedían la renuncia del primer ministro Ariel Henry, lo que finalmente ocurrió a principios de marzo mientras el político se encontraba en Puerto Rico después que no pudiera ingresar a su país al terminar una agenda en varios países, incluido Kenia, donde firmó un acuerdo que resolvía un conflicto interno y que impedía desplegar agentes kenianos en territorio haitiano.
Actualmente, Haití cuenta con un consejo de asesores que se ha comprometido con la celebración de elecciones libres y justas en un país que no va a las urnas desde 2016 y con un nuevo primer ministro nombrado a finales de mayo.
Tanto la conformación del Consejo Presidencial de Transición y la designación de Gary Conille al frente del país han sido valorados positivamente por la comunidad internacional, que lo ve como un avance importante ante la situación de crisis que vive el país.