Ascienden a siete los muertos por las fuertes tormentas en Houston
Los vientos huracanados azotaran la ciudad y dejaran sin electricidad a casi un millón de hogares y empresas
Las autoridades del condado de Houston, en el estado de Texas (Estados Unidos), han aumentado a siete el número de muertos como consecuencia de las fuertes tormentas que golpean al estado de Texas desde principios de mayo y que han dejado a más de un millón de personas sin electricidad.
El balance ha sido actualizado tras el fallecimiento de dos personas; una de las víctimas es una conductora de 85 años, cuyo vehículo fue alcanzado por un rayo, prendiendo fuego al mismo, según ha publicado el diario local 'Houston Chronicle'.
La otra persona fallecida es un hombre de 60 años que ha sido hallado sin respirar después de que su mujer llamase a los servicios de emergencia asegurando que no había vuelto a casa después de trasladarse a su camión para conectar su tanque de oxígeno.
Las fuertes rachas de viento han provocado la ruptura de numerosas ventanas de edificios por toda la ciudad, donde también se han emitido alertas por peligro de inundaciones y de tormentas eléctricas, razón por la que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha decidido declarar el estado de "desastre de gran magnitud" en el estado de Texas y ha ordenado a las autoridades federales ayudar en las áreas afectadas.
Cortes de electricidad
Los cortes de electricidad podrían durar semanas en algunas partes de Houston, advirtió el viernes un funcionario, después que tormentas eléctricas con vientos huracanados azotaran la ciudad y dejaran sin electricidad a casi un millón de hogares y empresas de la región, además de reventar las ventanas de los rascacielos del centro y volcar vehículos.
El Servicio Meteorológico Nacional confirmó que un tornado con vientos máximos de 177 kilómetros por hora (110 millas por hora) había tocado tierra cerca de Cypress, un suburbio del noroeste de Houston, en el condado de Harris.
La jueza del condado de Harris, Lina Hidalgo, la funcionaria electa de mayor rango en el condado, dijo que las cuadrillas seguían intentando determinar el alcance de los daños y el número de víctimas de las tormentas del jueves. El alcalde de Houston, John Whitmire, dijo que cuatro personas, posiblemente cinco, habían muerto.
- “Fue feroz. Fue intenso. Fue rápido, y la mayoría de los habitantes de Houston no tuvieron tiempo de ponerse a salvo”, declaró Whitmire en rueda de prensa.
Con varias torres de transmisión derribadas, Hidalgo instó a la paciencia. Miles de trabajadores de los servicios públicos se dirigían a la zona, donde ya se había restablecido el suministro a unos 200,000 consumidores. Otros 100,000 usuarios continuaban sin electricidad en Luisiana, aunque la cifra llegó a ser de 215,000.
- “Vamos a tener que hablar de este desastre dentro de semanas, no de días”, manifestó Hidalgo.
Dijo que había oído “historias de terror e impotencia” ante el paso de la tormenta. El servicio meteorológico también informó que hubo vientos en línea recta de hasta 161 km/h (100 mph) en el centro de Houston y los suburbios de Baytown y Galena Park.
A Noelle Delgado se le encogió el corazón al llegar el jueves por la noche a Houston Pets Alive, la organización de rescate de animales de la que es directora ejecutiva. Los perros y gatos —más de 30 en total— estaban ilesos, pero el toldo había sido arrancado, el letrero estaba destrozado y había una fuga de agua en el interior. Como se esperaba que no hubiera electricidad durante algún tiempo y las temperaturas alcanzarían los 32 grados Celsius (90 grados Fahrenheit) el sábado, esperaba encontrar hogares de acogida para los animales.
- "No cabe duda de que esta tormenta fue un poco diferente”, dijo. “Me sentí aterrorizada”.
La destrucción generalizada paralizó gran parte de Houston. Árboles, escombros y cristales destrozados cubrían las calles. La pared de un edificio fue arrancada.
Los distritos escolares del área metropolitana de Houston cancelaron las clases para más de 400,000 estudiantes y las oficinas gubernamentales permanecieron cerradas. Las autoridades municipales instaron a la gente a evitar el centro de la ciudad y a no circular por las calles, muchas de las cuales estaban inundadas o llenas de cables eléctricos caídos y semáforos averiados.