Número de estadounidenses que solicitan ayuda por desempleo se mantiene bajo
A pesar de pequeño aumento, solicitudes de desempleo se mantienen estables
El número de estadounidenses que solicitaron ayuda por desempleo la semana pasada aumentó levemente, pero en general se mantuvo en niveles históricamente bajos al tiempo que el mercado laboral sigue prosperando a pesar de las elevadas tasas de interés.
Las solicitudes de ayuda por desempleo para la semana que finalizó el 9 de marzo bajaron en 1,000 para ubicarse en 209,000, informó el jueves el Departamento de Trabajo.
El promedio de solicitudes de cuatro semanas, una medida menos volátil, fue de 2,08,000, una caída de 500 respecto a la semana anterior.
En total, 1.81 millones de estadounidenses recibieron ayuda por desempleo durante la semana que culminó el 2 de marzo, un aumento de 17,000 respecto a la semana anterior. La cifra de la semana pasada, que había sido la mayor desde noviembre, se actualizó a la baja en 112,000.
Las solicitudes semanales de ayuda por desempleo se consideran en general representativas del número de despidos en Estados Unidos en una semana determinada. Se han mantenido en niveles históricamente bajos desde que la pandemia de COVID-19 eliminó millones de puestos de trabajo en la primavera de 2020.
La Reserva Federal subió su tasa de interés referencial 11 veces desde marzo de 2022 en un esfuerzo por combatir la mayor inflación en cuatro décadas —que se afianzó luego que la economía se recuperó de la recesión causada por la pandemia en 2020. Parte de la meta de la Fed era relajar el mercado laboral y enfriar los aumentos salariales, algo que considera que contribuyó a una inflación persistentemente alta.
Muchos economistas creyeron que los rápidos incrementos de las tasas podrían llevar al país a una recesión, pero eso no ha sucedido. Los empleos aún abundan y la economía se ha mantenido mejor de lo esperado gracias al fuerte gasto de los consumidores.
En febrero, los empleadores estadounidenses agregaron la asombrosa cantidad de 275,000 puestos de trabajo, lo que demuestra nuevamente la resistencia de la economía estadounidense frente a las altas tasas de interés.