Audiencia sobre documentos clasificados de Biden se convierte en batalla electoral
Audiencia del Congreso se convierte en batalla política entre Biden y Trump por manejo de documentos clasificados
Los legisladores transformaron el martes una audiencia sobre el manejo de documentos clasificados por parte del presidente Joe Biden en una batalla de intermediarios entre el mandatario demócrata y el favorito republicano Donald Trump, cuando una transcripción del testimonio de Biden en octubre reveló que él insistió reiteradamente en que nunca pretendió conservar información clasificada cuando dejó la vicepresidencia.
El fiscal especial Robert Hur, durante cuatro horas de declaraciones ante la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, ratificó con firmeza las conclusiones de su informe de 345 páginas en las que cuestionó la edad y la capacidad mental del mandatario de 81 años, pero recomendó que no se presentaran cargos en su contra.
“Yo escribí lo que creo que demuestran las pruebas y lo que preveo que los jurados percibirían y creerían”, dijo Hur. No expurgué mi explicación. Tampoco desacredité injustamente al presidente”.
La transcripción difundida el martes de las largas entrevistas de Biden con el fiscal especial muestra una imagen más completa de la investigación al llenar algunos de los huecos que se encuentran en las versiones de Hur y Biden. Pero no había garantía alguna de que la audiencia o la transcripción alterarían los preconceptos acerca del presidente, el fiscal especial que lo investigó o Trump en un año electoral tan disputado.
Aunque Biden insistió con firmeza que trató la información clasificada con seriedad, la transcripción revela que en ocasiones tuvo cierta confusión sobre las fechas y los detalles y que desconocía el rastro de algunos de los documentos confidenciales que manejó.
Tanto Biden como Trump están a punto de ser declarados candidatos de sus partidos, y las trincheras partidarias se consolidaron de entrada acerca de cuál de ellos quería conservar los documentos, mejor dicho, los conservó “intencionadamente” y cuál no. Y Hur fue uno de esos raros testigos vilipendiados por todos: los republicanos furiosos por su decisión de no acusar al presidente y los demócratas por sus comentarios poco halagadores sobre Biden.
Los republicanos sostuvieron que Biden recibió un trato preferencial de su propio Departamento de Justicia y que Trump fue injustamente víctima de los fiscales. Los demócratas destacaron que Biden cooperó con la investigación y la contrastaron con la causa criminal contra Trump, quien se negó a entregar los documentos confidenciales reclamados por los Archivos Nacionales que tenía en su finca en Florida.
Los demócratas iniciaron sus preguntas destacando con fuerza el contraste entre Biden y Trump y la causa criminal de este. El demócrata Jerry Nadler preguntó si la disposición de Biden de cumplir con la orden de los investigadores de entregar los documentos contribuyó a la decisión de no acusarlo.
“Ese fue un factor en nuestro análisis”, dijo Hur.
Pero los demócratas volvieron sus armas contra Hur, escogido a dedo por el secretario de Justicia de Biden, al insinuar que cumplía con órdenes republicanas con sus observaciones despectivas sobre la edad y la memoria de Biden. Hur rechazó la caracterización.
“La política no cumplió el menor papel en mis medidas investigativas, mis decisiones y las palabras que puse en mi informe”, dijo Hur.
Los republicanos insistieron en que se acusaba y vilipendiabba injustamente a Trump, y que en realidad no jhabía tanta diferencia entre los dos casos.
“Están juzgando a Donald Trump exactamente por el mismo acto que usted demuestra que Joe Biden cometió”, dijo el representante Tom McClintock.
Sin embargo, hay grandes diferencias entre los dos. El equipo de colaboradores de Biden entregó los documentos apenas los descubrieron y el presidente colaboró con la investigación al someterse voluntariamente a entrevistas y consentir el allanamiento de su vivienda. Trump está acusado de conseguir la ayuda de sus colaboradores para ocultar los documentos al gobierno y tratar de destruir pruebas que pudieran incriminarlo.