El equipo del secretario de Defensa pidió una ambulancia sin sirenas para pasar desapercibido
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, padece cáncer de próstata y fue sometido el pasado 22 de diciembre a una prostatectomía
El gabinete del secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, solicitó a principios de mes que la ambulancia que lo fuera a trasladar al hospital llegara con las luces y las sirenas apagadas para pasar desapercibida, indicaron este miércoles medios locales.
La persona de su equipo que llamó el pasado 1 de enero solicitando ese servicio le dijo a la trabajadora que estaban tratando de ser "un poco sutiles".
Austin fue dado de alta este lunes tras dos semanas ingresado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, a las afueras de Washington, y en medio de una polémica porque el presidente del país, Joe Biden, no fue inmediatamente informado de su hospitalización.
El secretario de Defensa, de 70 años, padece cáncer de próstata y fue sometido el pasado 22 de diciembre a una prostatectomía. Aunque posteriormente fue dado de alta, el 1 de enero por la noche volvió al centro médico por una infección del trato urinario derivada de la operación y fue ingresado a la unidad de cuidados intensivos.
La llamada que se ha sumado ahora a la controversia generada se produjo en el momento de su segundo ingreso.
En la misma, el ayudante de Austin precisó que no estaba experimentando dolor de pecho ni tenía la sensación de que se fuera a desmayar, sino que estaba despierto y consciente, recalcó la cadena CNN.
Ni Austin ni su equipo informaron a Biden de la situación hasta el 4 de enero y el Pentágono no emitió un comunicado a la prensa hasta el 5 de enero. Tres días después se hizo público que sufría cáncer.
La oposición ha denunciado que durante esos días hubo un vacío de poder al frente del Pentágono en un momento crítico, en el que la guerra de Gaza amenaza con una escalada regional en Oriente Medio.
Tanto el Pentágono como el secretario de Defensa han entonado el 'mea culpa' reconociendo que podrían haberlo gestionado mejor, y al igual que en la Casa Blanca se ha abierto una revisión interna para revisar los protocolos de información y mejorar la transparencia.