Arrecian las críticas contra la presidenta de Harvard por su gestión del antisemitismo
Gay y otros dos rectores de universidades comparecieron sobre este tema ante una comisión parlamentaria
La presidenta de la prestigiosa Universidad de Harvard, Claudine Gay, recibió fuertes críticas el miércoles y se enfrenta a pedidos de dimisión tras una audiencia en el Congreso de Estados Unidos sobre el antisemitismo en los campus universitarios.
No es la primera vez que Claudine Gay y su institución se encuentran en el centro de la polémica: el conflicto entre Israel y Hamás ha desatado pasiones en varias de las universidades más renombradas de Estados Unidos, y Harvard en particular ha recibido peticiones de donantes para que condene a los grupos estudiantiles propalestinos.
El martes, Gay y otros dos rectores de universidades comparecieron sobre este tema ante una comisión parlamentaria cuyo objetivo declarado era hacerles "rendir cuentas" tras las "innumerables manifestaciones antisemitas".
La diputada republicana Elise Stefanik comparó los llamamientos de algunos estudiantes a una "intifada" -término árabe que significa "levantamiento" y se refiere en particular a la primera revuelta palestina de 1987 contra la ocupación israelí- con una exhortación al "genocidio contra los judíos en Israel y en el mundo".
Stefanik exigió a Gay que indicara si este tipo de eslogan era contrario al código de conducta de Harvard.
"Suscribimos un compromiso con la libertad de expresión, incluso de opiniones censurables, insultantes y llenas de odio", respondió Gay.
"Cuando la expresión se convierte en un comportamiento que viola nuestras políticas, incluidas las relativas al acoso y la intimidación, tomamos medidas". El argumento no fue del agrado de Stefanik, quien exigió la renuncia "inmediata" de Gay.
El senador republicano Ted Cruz dijo en X que la respuesta de la presidenta de Harvard era "vergonzosa", mientras que el profesor de Derecho Laurence Tribe lamentó "las respuestas vacilantes, estereotipadas y extrañamente evasivas de Claudine Gay".
El columnista e investigador Shadi Hamid también consideró "embarazosa" la respuesta de Gay, pero "porque aceptó la premisa de Stefanik de que decir 'intifada' equivale a llamar al genocidio, lo cual es ridículo".
Gay se vio obligada a aclarar sus comentarios en una breve declaración el miércoles.
"Algunos han confundido el derecho a la libertad de expresión con la idea de que Harvard toleraría los llamamientos a la violencia contra los estudiantes judíos. Quiero ser clara: los llamamientos a la violencia o al genocidio contra la comunidad judía, o contra cualquier otro grupo étnico o religioso, son despreciables", dijo.
Estos llamados "no tienen cabida en Harvard, y quienes amenacen a nuestros estudiantes judíos tendrán que rendir cuentas", afirmó.