Directivo de Ford pide a trabajadores de la industria poner fin a la huelga
Ford lucha por resolver huelga que podría impactar negativamente
El presidente ejecutivo de Ford Motor Co., Bill Ford, instó el lunes a los trabajadores de la industria automotriz a unirse para poner fin a una huelga de un mes que, según él, podría costarle a la empresa la capacidad de invertir en el futuro.
En un inusual discurso durante las negociaciones contractuales en la ciudad natal de la compañía, Dearborn, Michigan, Ford dijo que los altos costos laborales podrían limitar la capacidad de la compañía para realizar futuras inversiones.
“Si lo perdemos, perderemos ante la competencia. Estados Unidos pierde. Se perderán muchos puestos de trabajo”, afirmó el bisnieto del fundador de la empresa, Henry Ford.
La compañía, dijo, fabrica más vehículos en Estados Unidos y tiene más empleados afiliados al sindicato United Auto Workers que cualquier otra compañía, al pedir el fin de lo que catalogó como una huelga enconada.
Ford Motor Co. está cerca de llegar a un estancamiento con United Auto Workers, que realizó huelgas selectivas en los tres fabricantes de automóviles de Detroit el 15 de septiembre.
La semana pasada, 8.700 trabajadores sindicalizados abandonaron sus puestos en la planta más grande y más rentable de Ford en el mundo, Kentucky Truck Plant, ubicada en Louisville.
Tras la huelga, un ejecutivo de Ford dijo en teleconferencia con reporteros que la compañía había llegado al límite de lo que puede ofrecer para poner fin al paro.
El discurso de Ford ocurre en momentos en que toda la industria automotriz se encuentra en medio de una transformación histórica y costosa, de motores de combustión interna a vehículos eléctricos.
El presidente del sindicato UAW, Shawn Fain, ha dicho que Ford, al igual que sus rivales General Motors y Stellantis —fabricante de Jeep—, están ganando miles de millones de dólares y que los empleados merecen una compensación más justa. Afirma que se le debe compensar a los empleados por sacrificar aumentos salariales generales, por aceptar ajustes por el costo de vida y por acceder a sueldos más bajos a fin de mantener a las compañías rentables durante la Gran Recesión.
El sindicato inició la huelga el 15 de septiembre, luego que sus contratos con las compañías vencieron. Empezó con suspensión de labores en una planta de ensamblaje de cada compañía y luego abarcó 38 depósitos de autopartes de GM y Stellantis. El UAW luego añadió otra planta de ensamblaje de GM y Ford.
El miércoles pasado, Fain anunció inesperadamente que el sindicato se retiraría de la planta de Kentucky, que fabrica camionetas pickup Super Duty y grandes SUV Ford y Lincoln.
Alrededor de 34.000 de los 146.000 empleados afiliados al sindicato en los tres fabricantes de automóviles están ahora en huelga.
Kumar Galhotra, presidente de Ford Blue, el negocio de motores de combustión interna de la compañía, dijo a los periodistas el jueves que Ford hizo todo lo posible para llegar a la oferta que ahora tiene sobre la mesa.