Tormenta Hilary deja a California inundada y ahora amenaza Oregon y Idaho
El Centro Nacional de Huracanes dijo que Hilary había perdido buena parte de su fuerza
Hilary, la primera tormenta tropical en llegar al sur de California en 84 años, arrastró a personas hacia ríos desbordados, tiró algunos árboles sobre casas e inundó caminos mientras se desplazaba el lunes hacia el norte, y fue la razón por la que se emitieron alertas de inundaciones en más de media docena de estados.
El Centro Nacional de Huracanes dijo que Hilary había perdido buena parte de su fuerza y que sólo algunos remanentes de la tormenta se dirigían hacia las Montañas Rocosas, pero advirtió que habría "inundaciones potencialmente fatales y localmente catastróficas” en zonas del suroeste de Estados Unidos, luego de las históricas lluvias.
Hilary azotó primero la Península de Baja California, en México, con fuerza de huracán, y causó la muerte de una persona e inundaciones generalizadas antes de degradarse a tormenta tropical, uno de varios eventos naturales potencialmente catastróficos que afectaron a California el domingo. Además de la tormenta tropical, la cual dio pie a alertas de tornados, también hubo incendios forestales y un sismo leve al norte de Los Ángeles. Hasta el momento no se ha informado de decesos, heridos de gravedad o daños de importancia en el estado, aunque las autoridades advirtieron que persisten los riesgos, en particular en las regiones montañosas en donde podrían registrarse deslaves.
En las montañas de San Bernardino, al este de Los Ángeles, las cuadrillas retiraban fango que bloqueaba las residencias de unos 800 habitantes, dijo la jefa de batallón del Departamento de Bomberos de California Alison Hesterly.
Los residentes también contribuyeron. En la comunidad montañosa de Oak Glen, Brooke Horspool ayudó a palear en una propiedad rodeada por cerca de 1,2 metros (4 pies) de fango para liberar a una pareja, incluido un anciano con problemas médicos.
En medio de la tormenta del domingo en Palm Desert, Terry Flanigan escuchó un gran estruendo y luego recibió un mensaje de texto de un vecino que le decía que un árbol de eucalipto de más de 30 metros (100 pies) de altura cayó sobre un condominio al otro lado de la calle. Más tarde se enteró que cayó sobre la cama del hijo de 11 años de su vecino, quien por suerte se encontraba en otra habitación.
“Fue algo muy perturbador”, dijo Flanigan, quien añadió que la familia se había ido a quedar con parientes mientras las cuadrillas llegaban el lunes a retirar las ramas. “Por Dios, lo que pudo haber pasado”.
Maura Taura sintió un alivio similar después de que un árbol de tres pisos de altura cayó sobre los dos autos de su hija pero no afectó la residencia de la familia en la zona de Sun Valley, en Los Ángeles.
“Gracias a Dios mi familia está bien”, comentó.
Hilary es apenas el fenómeno climático más reciente en causar estragos en Estados Unidos, Canadá y México. En Hawai, la isla de Maui sigue sufriendo los estragos de un incendio que mató a más de 100 personas y arrasó la población de Lahaina, y se convirtió en el incendio forestal más mortífero en Estados Unidos en más de un siglo. Los bomberos en Canadá están luchando contra la peor temporada de incendios de la que se tenga registro en el país.
La elevada temperatura del agua y del aire fue un factor crítico que permitió el veloz crecimiento de Hilary, que recorrió una trayectoria inusual pero no sin precedentes que arrojó el equivalente de 10 meses de lluvia en apenas un día en algunos lugares áridos.
El Parque Nacional Death Valley recibió el equivalente a un año de lluvias en sólo un día, y permanece cerrado por tiempo indefinido. Alrededor de 400 personas se resguardaban en Furnace Creek, Stovepipe Wells y Panamint Springs hasta que los caminos sean transitables, informaron funcionarios del parque.
La lluvia del domingo llegó en dos ráfagas: por la mañana y por la noche, con un total de 5.6 centímetros (2.2 pulgadas) en un pluviómetro del Servicio Meteorológico Nacional en Furnace Creek. De verificarse, sería el día con más lluvias en la historia de la zona, superando su récord de 4.3 centímetros (1.7 pulgadas) del 5 de agosto de 2022.
Funcionarios del parque respondieron el lunes a un reporte de daño en un drenaje que dejaba escapar aguas residuales en el desierto ubicado bajo Stovepipe Wells.
“Si la tormenta es más grande va a llover más tiempo” y en más lugares, dijo el científico de huracanes del MIT Kerry Emanuel.
Los científicos aún desconocen por qué algunas tormentas, como Hilary, aumentan de tamaño y otras permanecen chicas, comentó.
“Es bastante inusual que una tormenta del Pacífico sea tan grande, ya que generalmente son pequeñas y permanecen en los trópicos”, indicó la científica atmosférica de la Universidad de Albany Kristen Corbosiero, experta en huracanes del Pacífico.
El domingo fue el día más lluvioso del que se tenga registro en San Diego, con 4.6 centímetros (1.82 pulgadas), dijo el servicio meteorológico en X, anteriormente conocida como Twitter. El récord previo fue el 17 de agosto de 1977, cuando cayeron 4.5 centímetros (1.8 pulgadas) de lluvia relacionada con el huracán Doreen.
“Básicamente dejamos muy atrás todos los récords previos”, dijo a The Associated Press Elizabeth Adams, del Servicio Meteorológico Nacional en San Diego.
El clima húmedo podría alejar los incendios forestales durante algunas semanas en el sur de California y en partes de la Sierra Nevada, pero no se tienen previstas lluvias generalizadas para las zonas más propensas a las llamas, indicó Daniel Swain, climatólogo de la Universidad de California campus Los Ángeles.
El nivel del agua llegó hasta las rodillas en un campamento de personas sin hogar ubicado junto al río San Diego, en donde bomberos rescataron a 13 personas. Más al norte, las cuadrillas drenaron una sala de emergencias del Centro Médico Eisenhower, en Rancho Mirage.
En Cathedral City, en el desierto, Kimberly Garnica despertó y vio que su auto estaba atascado en el lodo afuera de su casa.
“Se nota que las calles no están construidas para esto”, comentó la joven de 20 años.
En la ciudad de Desert Hot Springs, en el Valle de Coachella, Steven Michael Chacon dijo que los caminos en el complejo residencial en el que vive con su esposo estaban intransitables debido a las inundaciones, y le preocupaba que el personal de emergencia no pudiera llegar a las personas necesitadas.
“Básicamente todos tienen que quedarse en casa, no hay forma de entrar o salir”, declaró la mañana del lunes.
El ojo de Hilary pasó por el centro de Los Ángeles a las 7:00 de la noche del domingo, según la oficina meteorológica regional, la cual se refirió al evento como “un día para la historia” en el sur de California.
“Los Ángeles fue puesto a prueba, pero pasamos, y lo hicimos con afectaciones mínimas, tomando en cuenta lo que pasamos”, dijo el presidente del Ayuntamiento, Paul Krekorian.
La última vez que una tormenta tropical pasó por California fue en septiembre de 1939, cuando destruyó vías de tren, arrancó casas de sus cimientos y hundió varias embarcaciones. Casi 100 personas en mar y tierra perdieron la vida.
A medida que Hilary se desplazaba hacia el este, al vecino estado de Nevada, se reportaban inundaciones y apagones, y se emitió una orden para hervir agua que abarcaba a unas 400 familias en la zona de Mount Charleston, en donde el único camino de acceso quedó destruido. La zona se ubica unos 64 kilómetros (40 millas) al oeste de Las Vegas.
Los meteorólogos dijeron el lunes que el mayor riesgo de inundaciones en los estados ubicados más al norte era en el sureste de Oregon y hasta las montañas en el oeste y centro de Idaho. Los pronósticos indican la posibilidad de tormentas eléctricas y lluvias torrenciales localizadas el martes, según Jackson Macfarlane, meteorólogo del servicio en Boise, Idaho.
En tanto, en el Caribe, la tormenta tropical Franklin se acercaba el lunes a Haití y República Dominicana, mientras que meteorólogos en el Centro Nacional de Huracanes dijeron que otra tormenta podría desarrollarse y llegar a las costas del Golfo de México el martes.