Museo de EE.UU. guarda cerebros de afroamericanos recolectados por racistas hace un siglo
La colección de cerebros raciales fue recolectada sin el consentimiento de familiares
El Instituto Smithsonian de Estados Unidos, el complejo de museos más grande del mundo, guarda más de dos centenares de cerebros de afroamericanos e indígenas recabados sin consentimiento a principios del siglo XX para promover teorías racistas, reveló una investigación del The Washington Post publicada este lunes.
La llamada "colección de cerebros raciales" fue iniciada en 1903 por el investigador del Smithsonian de origen checo Aleš Hrdlicka, quien consideraba que los blancos eran superiores y coleccionaba restos humanos para promover falsas teorías sobre las diferencias anatómicas entre razas.
El Washington Post examinó durante un año la colección de 30,700 huesos y restos humanos que atesora el Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian, en Washington, entre los que hay 255 cerebros.
Esos órganos se guardan en un edificio perteneciente al museo en Maryland.
El 60 % de los restos humanos fueron recopilados entre 1903 y 1943, período en el que Hrdlicka ejerció como encargado de la división de Antropología del Museo Nacional de Estados Unidos, predecesor del actual Museo Nacional de Historia Natural.
Hrdlicka (1869-1943) almacenaba en el patio trasero del Smithsonian cuerpos que adquiría en hospitales, morgues y facultades de medicina.
De los 74 cerebros que el investigador consiguió en el área de Washington, 50 están clasificados por raza, de los que 35 corresponden a personas afroamericanas.
El investigador era "visto como un experto en raza, evolución y variaciones humanas y creía que recolectar partes del cuerpo ayudaría a descubrir los orígenes de las personas en las Américas", explica el Post.
Durante los 40 años en los que Hrdlicka dirigió la división de antropología, cargo que ostentó hasta su muerte, organizó una red internacional de antropólogos, científicos, médicos y profesores para recolectar restos humanos, afirma el diario.
La mayoría de los restos fueron sacados de cementerios, campos de batalla, hospitales y morgues de más de 80 países sin el consentimiento de las familias por parte de investigadores que saqueaban tumbas o que se aprovechaban de gente sin parientes cercanos.
La investigación de The Washington Post también reveló que el Smithsonian acumula una fuerte demora en lo que respecta a la devolución de los restos a sus descendientes.
De los cerebros de la colección, solo cuatro han sido devueltos.
Para la entrega de los restos se requiere una solicitud formal de sus familiares, algo muy complicado dado que muchos posibles interesados desconocen la existencia de la colección.
Mientras el periódico llevaba a cabo su investigación, el Museo de Historia Natural contrató a dos personas para investigar la administración y devolución de restos humanos.
El director del Smithsonian, Lonnie Bunch III, primer afroamericano en liderar la institución, se disculpó en abril pasado sobre cómo la organización recolectó en el pasado cuerpos y restos de seres humanos.