La Cámara Baja de EE.UU. aprueba una resolución asegurando que Israel no es racista
La resolución de la Cámara Baja creó un acalorado debate y una gran polémica
La Cámara Baja de Estados Unidos aprobó este martes una resolución dando su apoyo "incondicional" a Israel y señalando que no es un estado "racista" o donde exista un apartheid.
El documento, que contó con 412 votos a favor y solo 9 en contra, todos de legisladores demócratas del ala progresista del partido, estipula que EE.UU. "siempre dará su apoyo ferviente e incondicional" a Israel.
La votación se da días después de que los comentarios de la legisladora demócrata Pramila Jayapal a unos manifestantes pro-Palestina el fin de semana, a los que les dijo que Israel es un "estado racista", generaran rechazo tanto por miembros su propia formación como republicanos.
"Llamar racista a Israel, que se formó como resultado del racismo, del antisemitismo y del odio, es repugnante", dijo el congresista republicano Michael McCaul en un discurso previo a que se votara la resolución.
Entre el escaso grupo de congresistas que votaron en contra estuvieron Ilhan Omar, Rashida Tlaib y Alexandria Ocasio-Cortez, quienes han enfrentado también críticas dentro de su partido por criticar a Israel y al Gobierno israelí.
Jayapal matizó sus declaraciones el domingo, después de que casi medio centenar de legisladores escribiera una carta condenando sus declaraciones.
Sin embargo, recalcó que considera que el actual Ejecutivo israelí ha llevado a cabo políticas "discriminadoras y racistas".
La votación de esta resolución en la Cámara Baja se da en medio de la visita del presidente de Israel, Isaac Herzog, a Washington, quien dará este miércoles un discurso ante el Congreso.
La relación entre Estados Unidos e Israel atraviesa una de sus peores crisis, desde que Benjamín Netanyahu volvió al poder en diciembre, apoyado por socios ultraortodoxos y de ultraderecha, con el Gobierno "más extremista de la historia de Israel", según palabras de Biden este julio.
Su Administración no ha ocultado en los últimos meses su preocupación por la reforma judicial en Israel, vista como una amenaza para la democracia, así como por la espiral de violencia con los palestinos y la expansión de asentamientos en Cisjordania ocupada.