Jefe de Policía de Chicago urge vivienda permanente para migrantes alojados en comisarías
Jefe interino de la Policía de Chicago insta a encontrar vivienda permanente para migrantes alojados en comisarías
El jefe interino del Departamento de Policía de Chicago, Fred Waller, dijo hoy que los migrantes alojados en las comisarías de la ciudad necesitan vivienda permanente e instó a las autoridades a unirse para buscar soluciones.
El jefe interino dijo a la televisora WTTW que le rompe el corazón ver especialmente a los niños migrantes viviendo en las estaciones de policía.
“No pidieron estar allí... los niños no tienen ninguna expectativa de dormir en el suelo, en mantas, en tarimas (o) en lo que sea”, agregó.
Las declaraciones de Waller se dan después de que la Oficina Civil de Responsabilidad Policial (COPA, en inglés) anunciara la semana pasada una investigación contra agentes del Distrito 10 por "conducta sexual inapropiada" hacia migrantes alojados de forma temporal en esa comisaría, entre ellos una adolescente.
El jefe interino se negó hoy a dar detalles sobre la investigación. No obstante, señaló que los migrantes que permanecen alojados en varias estaciones de policía necesitan alojamientos permanentes.
Con el envío de migrantes por parte de estados con gobiernos republicanos a jurisdicciones demócratas, miles de ellos han llegado a Chicago de forma intempestiva, y en su primeros días se ven obligados a dormir temporalmente en comisarías o escuelas.
Según COPA, la investigación "puede involucrar acciones criminales" y requieren la cooperación de la Policía y, en última instancia, del Fiscal del Estado del Condado de Cook.
Por su parte, el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, subrayó la semana pasada que trabajará con la Policía "para garantizar que existan protocolos para mantener seguros a los migrantes en las estaciones de policía mientras esperan un refugio más adecuado".
Waller señaló que a veces ha sido "problemático" mantener a los migrantes en los distritos policiales, pero subrayó que sus agentes han atendido a los recién llegados con comida, agua y ropa.
Desde agosto, unos 11,000 inmigrantes han sido enviados a Chicago en autobuses o aviones, algunos por el gobernador de Texas, Greg Abbott.