Una ley amenaza el empleo de cabras de pastoreo para prevenir incendios forestales en California
El aumento de costos laborales pone en riesgo el pastoreo de cabras en California
Cientos de cabras mastican espigas largas de hierba amarilla en una ladera junto a un complejo de casas en desarrollo. Sus pastores fueron contratados para que los animales despejen una vegetación que podría alimentar incendios forestales a medida que se aproxima el verano y aumentan las temperaturas.
Estos herbívoros voraces están muy solicitados actualmente para que se alimenten de la hierba y los arbustos silvestres que han proliferado por toda California tras un invierno de lluvias copiosas y nieve que ha acabado con la sequía.
“Es una fuente importante de combustible. Si no se controla, puede crecer muy alto y luego, cuando el verano seque todo, será el combustible perfecto para un incendio”, sostiene Jason Poupolo, superintendente de parques de la ciudad de West Sacramento, mientras las cabras pastaban en una tarde reciente.
El pastoreo dirigido es parte de la estrategia de California para reducir el riesgo de incendios forestales, porque las cabras pueden comer una gran variedad de vegetación y pastar en terrenos escarpados y rocosos a los que es difícil acceder. Los patrocinadores de esta práctica alegan que las cabras son una alternativa ecológica a los herbicidas químicos o las máquinas trituradoras de malezas que generan ruido y contaminación.
Pero las nuevas regulaciones laborales estatales están encareciendo el pastoreo de cabras, y las empresas de este servicio dicen que las reglas amenazan con hacerlas quebrar. Los cambios podrían aumentar el salario mensual de los pastores de alrededor de 3,730 dólares a 14,000 dólares, según la California Farm Bureau (Asociación Agrícola de California).
Las empresas suelen poner a un pastor a cargo de 400 cabras. Muchos de los que trabajan en California proceden de Perú y viven en remolques proporcionados por su patrón cerca de los lugares de pastoreo. Los defensores laborales dicen que el estado debería investigar las condiciones de trabajo y de vida de los pastores antes de hacer cambios a la ley, especialmente porque el estado está financiando el servicio con tal de reducir el riesgo de incendios forestales.
California está invirtiendo fuertemente en la prevención de incendios forestales después de que el estado fuera devastado por llamas destructivas que durante varios años quemaron millones de hectáreas (acres), destruyeron miles de hogares y mataron a decenas de personas. Se han utilizado cabras para limpiar maleza combustible alrededor del lago Oroville, a lo largo de la autopista 101 y cerca de la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan.
“Mi teléfono suena sin parar en esta época del año”, sostiene Tim Arrowsmith, propietario de Western Grazers, que brinda servicios de pastoreo a West Sacramento. “La demanda ha crecido año tras año tras año”.
Su empresa, con sede en la ciudad de Red Bluff, en el norte de California, tiene unas 4,000 cabras para limpiar vegetación por encargo de las agencias gubernamentales y los propietarios de tierras privadas en todo el norte del estado. Sin una solución a las nuevas regulaciones, “nos veremos obligados a vender estas cabras al matadero y a los patios de subastas, y nos veremos obligados a cerrar el negocio y probablemente declararnos en bancarrota”, asegura Arrowsmith.
Históricamente, a las empresas del ramo se les ha permitido pagar a los pastores de cabras y ovejas un salario mínimo mensual en lugar de un salario mínimo por hora, porque sus trabajos requieren que estén disponibles las 24 horas del día, los siete días de la semana. Sin embargo, la legislación promulgada en 2016 también les dio derecho al pago de horas extras. En los hechos, esa norma aumentó el salario mínimo mensual de los pastores de 1,955 dólares en 2019 a 3,730 dólares este año. Está previsto que alcance los 4,381 dólares en 2025, según el Departamento de Relaciones Industriales de California.
Las empresas de pastoreo han entablado demandas contra esa ley y hasta ahora han trasladado a sus clientes la mayor parte del aumento de los costos laborales.
Sin embargo, esos costos laborales volverán a aumentar bruscamente en enero. Los pastores siempre se han sometido a ciertas reglas laborales, pero una agencia estatal dictaminó que eso ya no está permitido, lo que significa que estarían sujetos a las mismas leyes laborales que otros trabajadores agrícolas.
Eso significaría que los pastores tendrían derecho a un salario cada vez más alto, de hasta 14,000 dólares al mes. El año pasado, un proyecto de ley de presupuesto retrasó por un año ese requisito de pago, pero entrará en vigencia el 1 de enero si no se hace nada para cambiar la ley.
Las empresas del ramo dicen que no pueden pagar tanto a sus pastores. Tendrían que aumentar drásticamente las tarifas a sus clientes, lo que haría inasequible proporcionar sus servicios.
“Apoyamos totalmente el aumento de los salarios de los pastores, pero 14,000 dólares al mes no es realista. Entonces, debemos resolver esto para permitir que sigan existiendo las operaciones de pastoreo de cabras”, afirma Brian Shobe, subdirector de políticas de la California Climate and Agriculture Network (Red de Agricultura y Clima de California).
Las empresas de pastoreo de cabras están presionando a la Legislatura estatal para que apruebe una legislación que trate a sus pastores de la misma manera que a los pastores de ovejas. Un proyecto de ley para hacerlo aún no ha recibido una audiencia pública.
Lorena Gonzalez Fletcher, quien dirige la California Labor Federation (Federación Laboral de California), alega que los cabreros se encuentran entre los “trabajadores más vulnerables de Estados Unidos” porque tienen visas temporales de trabajo y pueden ser despedidos y enviados de regreso a su país de origen en cualquier momento. La mayoría de ellos trabajan de forma aislada, hablan un inglés mínimo y no tienen los mismos derechos que los estadounidenses o los inmigrantes con tarjetas de residencia permanente.
“Tenemos la responsabilidad como ciudadanos de garantizar que todos los trabajadores que trabajan en California sean tratados con dignidad y respeto, y eso incluye a estos cabreros”, agrega Gonzalez Fletcher, quien patrocinó el proyecto de ley de horas extra de los trabajadores agrícolas cuando ella era asambleísta estatal en representación de San Diego.
Arrowsmith da empleo a siete cabreros de Perú bajo el programa de visa H-2A para trabajadores agrícolas temporales. Asegura que se les pagan alrededor de 4,000 dólares al mes y que no tienen que pagar por comida, vivienda ni teléfono.
“No puedo pagar 14,000 dólares al mes a un empleado a partir del 1 de enero. Simplemente, no hay suficiente dinero. Las ciudades no pueden absorber ese tipo de costo”, sostiene Arrowsmith. “Lo que está en juego para la ciudadanía es que su casa podría incendiarse porque no podremos mitigar los incendios”.