Fiscal general de Texas pide a partidarios manifestarse contra posible juicio político en su contra
La Cámara de Representantes ha fijado para el sábado una votación histórica para considerar la posibilidad de abrir un juicio político contra Ken Paxton
El fiscal general de Texas, Ken Paxton, pidió el viernes a sus partidarios que protesten cuando la Cámara de Representantes del estado, de mayoría republicana, inicie el procedimiento de juicio político en su contra.
La Cámara de Representantes de Texas ha fijado para el sábado una votación histórica para considerar la posibilidad de abrir un juicio político a Paxton y suspenderlo de su cargo por acusaciones de soborno, incapacidad para el cargo y abuso de la confianza pública.
“Quiero invitar a mis conciudadanos y amigos a que acudan pacíficamente mañana al Capitolio para hacer oír su voz”, dijo el republicano durante una rueda de prensa el viernes. “Ejerzan su derecho a hacer peticiones a su gobierno”.
Paxton, de 60 años, afirma que el proceso de juicio político es un intento de privar de sus derechos electorales a los votantes que lo reeligieron en noviembre, pero no respondió a las preguntas de los periodistas reunidos.
De ser destituido, Paxton se vería obligado a abandonar el cargo inmediatamente. Sería la tercera persona en los casi 200 años de historia del estado en ser sometido a juicio político, y el primer funcionario estatal desde el exgobernador James “Pa” Ferguson en 1917.
Paxton ha enfrentado escándalos, cargos penales y acusaciones de corrupción durante años. La Cámara de Representantes estatal empezará a considerar una resolución que pide aprobar el juicio político de Paxton a la 1 de la tarde del sábado, según una declaración emitida el viernes por la Comisión de Investigación General de la Cámara de Representantes.
La comisión investigadora liderada por el Partido Republicano pasó meses investigando a Paxton de manera discreta y el jueves recomendó iniciarle un juicio político con 20 cargos, incluyendo soborno, incapacidad para el cargo y abuso de la confianza pública.
Paxton ha dicho que las acusaciones se basan en “habladurías y chismes, repitiendo como loros afirmaciones desmentidas desde hace tiempo”.
Conservadores prominentes habían estado notablemente callados sobre Paxton, pero algunos comenzaron a cerrar filas con él el viernes por la mañana. El presidente del Partido Republicano estatal, Matt Rinaldi, tachó el proceso de “farsa” e instó al Senado, de mayoría republicana, a absolver a Paxton si es juzgado en esa cámara.
“Se basa en acusaciones ya litigadas por los votantes, dirigidas por un presidente liberal de la Cámara de Representantes que intenta socavar a sus adversarios conservadores”, aseveró Rinaldi, repitiendo las críticas de Paxton al presidente de la Cámara de Representantes, Dade Phelan, también republicano. Dijo que el Senado tendrá que “restaurar la cordura y la razón para nuestro estado”.
Primero vendrá la votación en la cámara baja, donde la comisión propuso cinco horas de debate y declaraciones iniciales y finales a partir de la 1 p.m. del sábado.
Paxton se enfrenta a matemáticas sombrías en la Cámara de Representantes, donde sirvió cinco mandatos antes de convertirse en senador estatal.
No está claro cuántos partidarios puede tener Paxton entre los legisladores. Se necesita una mayoría simple para aprobar el juicio político. Eso significa que sólo una fracción de los 85 representantes republicanos tendrían que votar en contra de Paxton, si los 64 demócratas lo hicieran.
La maniobra para su destitución prepara lo que podría ser una caída extraordinariamente repentina de uno de los combatientes judiciales más destacados del Partido Republicano, y quien en 2020 pidió a la Corte Suprema de Estados Unidos que anulara la victoria del presidente Joe Biden.
Paxton ha estado bajo investigación del FBI durante años por acusaciones de que usó su oficina para ayudar a un donante. Fue acusado por separado de fraude de valores en 2015, pero aún no ha sido juzgado.