VIDEO | Gilberto Santa Rosa, auténtico y magistral en el cierre de su gira en Quisqueya
La ministra de Cultura, Milagros Germán, le entregó un reconocimiento en el escenario y cantaron juntos “Pueden decir”
Daniela P
“El caballero de la salsa”, Gilberto Santa Rosa, eligió su segunda casa, la República Dominicana, como la última parada de su gira mundial “Auténtico”, y no pudo ser de otra manera que recibiendo el amor del pueblo dominicano ante un Pabellón de Voleibol lleno y a sus pies.
El maestro impuso su veteranía, versatilidad, sello de calidad y elegancia con sus mejores éxitos de salsa, soneo y boleros por dos horas y media, regalando, además, varias interpretaciones de merengue en honor a la música nacional.
Santa Rosa trató de resumir 45 años de trayectoria echando mano de varios medleys con la complicidad de una orquesta de lujo compuesta por 15 músicos, tres de ellos mujeres.
A ritmo de "La agarro bajando" (2001), a las 9:40 de la noche la fanaticada dominicana recibió de pie al salsero.
Un video de aproximadamente tres minutos dio apertura al espectáculo, proyectando datos del artista como su nombre, lugar y fecha de nacimiento y discografía, en concordancia con la autenticidad que busca poner de manifiesto con este tour.
Vestido de conjunto azul, al igual que los músicos, el maestro se llevó cada aplauso y algarabía entre canción y canción y siguió con “Montón de estrellas”, “Vamos a ver”, “Conciencia” y luego llamó a escena a la cantante dominicana Nathalie Hazim, con quien entonó la romántica composición en balada “Tú y yo”.
Al inicio, las pantallas proyectaron la portada del nuevo álbum de Gilberto Santa Rosa llamado “Debut y Segunda Tanda VOL. II”, su más reciente producción musical y con la que apuesta a continuar su legado en todos los rincones donde se respire la música tropical.
Reconocimiento y dueto
La sorpresa de la noche fue cuando sonaron los acordes de “Pueden decir”, una balada imperdible de su repertorio y acto seguido entró a escena la ministra de Cultura, Milagros Germán, para cantarla a dúo.
“Pueden decir” es su canción favorita de Gilberto Santa Rosa y con la que bromeaba en su programa “Chévere Nights” sobre que sabía cantar.
Este aplaudido momento fue la antesala del reconocimiento que le otorgó Germán por sus aportes en la música y haber fortalecido los lazos culturales entre Puerto Rico y República Dominicana. La ministra lo calificó como “La mejor voz de América Latina” y “el más afinado”.
El artista no pudo ocultar su emoción y expresó:
- “Esto me lo llevo en el corazón. De verdad me emociona mucho porque yo te tengo un cariño especial y a toda la gente de RD. Esta canción que acabamos de interpretar la escribió Omar Alfanno, la grabé yo, pero la pegó Milagros Germán (risas). Estoy agradecido, gracias República Dominicana".
El salsero puertorriqueño continuó el setlist con “No te vayas”, “Vino tinto” y “Sombra loca”, hits popularizados en la década del 2000, para dar paso a otra interpretación magistral cantada a coro: los boleros “Para la historia”, “Mentira”, “La soledad”, con el sentimiento que solo producen estas canciones, dedicadas a muchas parejas esa noche.
Después volvió con otro segmento de salsa a ritmo de “Yo no te pido”, del álbum “Esencia”, (1996), además de un segundo medley con las creaciones del panameño Omar Alfanno, poniendo a vibrar con “Sin voluntad y “Sufro”.
En honor al merengue
Si la descarga de buena música estaba por las nubes, otra sorpresa se apoderó de la audiencia y Gilberto Santa Rosa volvió a imponer su versatilidad cantando todo tipo de género para dar paso al merengue.
Así honró a algunos de los artistas a los que profesa cariño y amistad, mientras las pantallas ponían imágenes de ellos:
- “La ventanita” de Sergio Vargas
- “Carolina” de Eddy Herrera
- “Volveré” de Rubby Pérez
- “Te propongo” de Miriam Cruz
- “El Motor” Aramis Camilo y Manny Cruz
- “La dueña del swing” de Los Hermanos Rosario
- “Dominicano soy” de Fernando Villalona
Sin duda, un segmento espectacular y para recordar.
Con la ayuda de la audiencia a ritmo del coro “Mira quién llegó, quién está ahí, qué bueno que me vino a ver”, Santa Rosa aprovechó para hacer su característico soneo, o improvisación en el argot salsero, y agradeció la presencia del maestro Manuel Tejada, la voleibolista Milagros Cabral, el locutor Eugenio Pérez “El salsólogo mayor” y Josefina Ventura, esposa del fenecido Johnny Ventura.
“For sale”, “Conteo regresivo” y un cuarto popurrí al ritmo de “Camínalo”, “Regalao”, “Perdóname”y “Vivir sin ella”, entre otros, fueron la parte culminante, elevando aún más al público.
“Que alguien me diga” y “Qué manera de quererte” marcaron el cierre con broche de oro de esta fiesta tropical y de la gira “Auténtico”.
Santa Rosa hizo una reverencia en señal de agradecimiento y bailó junto a los enérgicos miembros de su orquesta.
Los músicos despidieron la noche protagonizando un minishow de baile y plena borinquén pasadas las 12:18 de la medianoche, que resaltó, además del gran espectáculo, la alegría de la Navidad.
Los asistentes al concierto producido por César Suárez Jr. salieron cantando del aforo y dando pasitos de salsa.
La experiencia que brinda un espectáculo de Gilberto Santa Rosa va de la mano con su orquesta, la mayoría ha estado junto a él durante más de 25 años, por lo que la complicidad es perfecta.
Sus miembros se mantuvieron toda la noche bailando al son de cada canción, al tiempo que cumplían sus funciones en el escenario.
Se hizo acompañar de los profesionales de la música Georgie Torres, Yeika Álvarez, Rebeca Zambrana, Xaviel Cartagena, Pedro Marcano, Gerardo Rivas, Johnny Torres, Luis Marin, Juan Carlos Vega, Michael Pérez, Ginno Ramírez y demás integrantes de su encantadora orquesta.
Varios de ellos tocaron con los grandes Tito Puente, Héctor Lavoe, Eddy Palmieri, Ray Barreto, entre otros.
Daniela PujolsApasionada por el arte, la cultura, el turismo y la radio. Escribe para la sección Revista de Diario Libre. Egresada de Comunicación Social por la UASD y del Máster en Comunicación e Identidad Corporativa por la UNIR.
Tammy CuevasEgresada de la Universidad Primada de América. Colosenses 3:23-24
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