Hoteles de Argentina y Uruguay rechazan hospedar al cantante británico Roger Waters
El cofundador de Pink Floy ha sido acusado de antisemitismo por sus posturas a favor de los palestinos
Hoteles de Argentina y Uruguay rechazaron las reservaciones de Roger Waters debido a las acusaciones de antisemitismo realizadas contra el cofundador de Pink Floyd por sus posturas a favor de los palestinos.
El músico británico tenía previsto hospedarse en Buenos Aires antes de sus conciertos programados para el 21 y 22 de noviembre como parte de su gira “This is Not a Drill”, pero le cancelaron las reservaciones, y los hoteles dijeron que se debía a que no tenían disponibilidad, reportó el miércoles el periódico argentino Página 12.
Hoteles de Montevideo, en el vecino Uruguay, también rechazaron hospedarlo, pero no brindaron una razón, señaló Waters, de acuerdo con un artículo de Página 12.
Un cambio de planes
El cantante dijo que como resultado de ello seguía en Sao Paulo, donde se presentó hace algunos días.
“Tenía una cena el 16 con José Mujica, el expresidente de Uruguay, quien es amigo mío. Y no puedo ir... porque el grupo de presión israelí y como sea que se llamen me han cancelado”, comentó Waters a Página 12.
El presidente del Comité Central Israelita de Uruguay, Roby Schindler, envió una carta al hotel Sofitel en la que le pidió no hospedar a Waters, informó Página 12.
No es la primera acusación de antisemitismo
Desde hace años Waters ha sido acusado de antisemitismo. Este año el gobierno estadounidense también lo hizo. El Departamento de Estado dijo que el músico tiene “un largo historial de uso de metáforas antisemitas para denigrar al pueblo judío”.
El cantante rechazó rotundamente las acusaciones durante su entrevista con Página 12.
“Lo hacen porque creo en los derechos humanos y hablo abiertamente sobre el genocidio del pueblo palestino”, dijo Waters.
En una entrevista reciente con el periodista Glenn Greenwald, Waters dijo que el ataque sorpresa de los combatientes de Hamás en Israel el 7 de octubre “fue exagerado fuera de toda proporción por los israelíes, que inventaron historias sobre decapitaciones de bebés”.