Kate Middleton es fotografiada saliendo de Windsor tras la polémica por una imagen retocada
La princesa de Gales fue vista saliendo en coche de su residencia en Windsor con su esposo, el príncipe William
El príncipe William y su esposa, Kate, fueron fotografiados este lunes saliendo juntos en coche de su residencia en Windsor (a unos 40 kilómetros de Londres) después de que ella se disculpara por haber retocado la primera foto difundida de ella tras haber sido sometida a una operación en enero.
Un fuente del Palacio de Kensington -residencia oficial de los príncipes de Gales- confirmó que la princesa es quien aparece de lado mirando por la ventana, con el pelo aparentemente recogido, junto al heredero al trono, visto de perfil en el asiento trasero del vehículo.
Este portavoz indicó que William, vestido de traje, se dirigía a un servicio religioso en la londinense abadía de Westminster por el Día de la Commonwealth (mancomunidad de antiguos territorios británicos), mientras que su esposa, que ya se sabía que no asistiría, se encaminaba a una cita privada.
Kate pidió este lunes "disculpas" por la "confusión" generada después de que ella misma retocase una foto con sus tres hijos tomada por su marido a principios de la semana pasada y difundida el domingo con motivo del Día de la Madre en el Reino Unido, que alimentó las conjeturas sobre su estado de salud.
"Como muchos fotógrafos aficionados, experimento ocasionalmente con la edición (de fotos)", escribió en X Kate, retirada de los actos públicos desde que el 16 de enero se sometió a una operación abdominal.
"Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que difundimos ayer. Espero que todo aquel que lo celebrase haya pasado un feliz Día de la Madre", dijo sobre su primera imagen oficial.
Según fuentes de la Casa Real, Kate, cuyo dolencia sigue siendo una incógnita, hizo "pequeños retoques" en la imagen, donde aparece sentada al aire libre rodeada de sus tres hijos de pie y a sus costados.
La Agencia EFE comprobó que había indicios de que la foto remitida por el Palacio de Kensington -residencia oficial de los príncipes de Gales- podía haber sido retocada en origen, mientras que varios expertos británicos han opinado que pudieron usarse herramientas de edición digitales o del propio teléfono móvil.