Fallece el carnavalero Jesús María, el platanú de mayor influencia del carnaval cotuisano
La muerte del artesano que se disfrazaba de platanú ha enlutado no solo al carnaval de Cotuí sino a nivel nacional
El platanú de mayor influencia del carnaval cotuisano ha partido. Falleció este jueves en su ciudad natal el carnavalero y artesano Juan Francisco Estévez, conocido popularmente como Jesús María, a la edad de 85 años.
La muerte del gestor cultural que se disfrazaba de platanú ha enlutado no solo al carnaval de Cotuí sino a la manifestación carnavalesca a nivel nacional. Según informaciones, estaba aquejado de salud desde hace unos meses.
El departamento del Carnaval del Ministerio de Cultura mostró su pesar en un comunicado, definiendo a Jesús María como un gestor de la cultura cotuisana y uno de los propulsores del carnaval de esa provincia cibaeña.
Estévez estuvo a cargo por muchos años de la comparsa de los platanuses, "una de las más características y representativas del carnaval a nivel nacional".
"La pena embarga a todo el carnaval dominicano y extendemos nuestras más sinceras condolencias a sus familiares, amigos y allegados. Nos quedamos con su ejemplo de alegría permanente, sus enseñanzas y amor por el carnaval", finaliza el comunicado.
De su lado, el director de Cultura con asiento en la provincia Sánchez Ramírez, Andy Castillo Rivas, dijo a Diario Libre que era uno de los carnavaleros más viejos de la República Dominicana y que se apartó solo cuando su salud se deterioró.
La comparsa La Tribu de Cotuí, una de las más famosas de su carnaval, manifestó en una publicación: "El carnaval cotuisano está luto por la pérdida de uno de sus más grandes exponentes. El grupo de Carnaval La Tribu lamenta profundamente la ida de Jesús María, el creador del personaje icónico del carnaval de cotuí 'el Platanú'”.
Agregaron que Jesus María fue "un digno representante de nuestra cultura que hoy se nos fue a los pies del Señor" y que su legado nunca morirá.
Jesús María se disfrazaba en su comparsa en la que participaban su hija Yamaira y sus nietas. Ella ha continuado su legado.
Un escrito del investigador Francisco Rincón detalla que el artesano comenzó a salir a las calles disfrazado desde la década del 50.
Describió a Jesús María como uno de los máscaros más populares del carnaval desde la década de 1950, cuando Rincón tenía unos siete años.
"Luego me di cuenta que no sólo se disfrazaba para contribuir con la alegría y el entusiasmo del pueblo en su carnaval, sino que era un excelente artesano de disfraces y caretas en la época cuando los papeluses eran mayoría y llenaban el parque y calles aledadañas repartiendo vejigazos, me refiero entre 1950 a 1965".
Continúa relatando que a partir del 65 llegó la época de los diablos de tela, llamados también los Murciélagos, donde se distinguió Jesús María. Agregó Rincón, que en una ocasión vestido de Murciélago, confeccionó una careta cuya cara era parecida a la esposa de un teniente de la policía con asiento en Cotuí, a quien no le gustó la osadía de Jesús María, iniciando de inmediato su persecución.
Jesús María Estévez se vio obligado a ausentarse del pueblo, hasta que el teniente fue trasladado.
Sus restos fueron velados y enterrados en su pueblo de Cotuí.