Un año en palabras
El lenguaje como espejo de la realidad dominicana

Diciembre es un buen mes para recapitular lo hecho y lo por hacer, empezando por las palabras, especialmente aquellas que han resonado con fuerza, por su actualidad, por su trascendencia o por su novedad. El mundo no se detiene y la vida tampoco; mucho menos las palabras, que nacen con vocación de permanencia y de adaptación a los vaivenes de los que las usamos.
Desde Fundéu Guzmán Ariza nos animan a echar una mano para elegir la palabra del año en la República Dominicana. A lo largo de año 2025 en Fundéu GA han estado al tanto de las noticias más destacadas y de las palabras que las han contado con la misión de recomendar normas de buen uso del español en los medios de comunicación, que, por otro lado, nos vienen muy bien a todos. Llegado diciembre, nos proponen ocho palabras que se han robado el show, nos animan a plantear alguna más y, por supuesto, ponen la elección en mano de los hablantes, que son los que llevan la voz cantante en esto de la lengua.
Las candidatas preseleccionadas por Fundéu GA en 2025 han sido estas: apagón, colapso, dólar, financierización, narco, reality, solidaridad y tierras raras.
Empezando por el final, la posible existencia de tierras raras en nuestra isla ha traído a la palestra informativa esta expresión que, a pesar de su poética apariencia, arrastra una larga cola de intereses estratégicos por los réditos económicos de su explotación. Poderoso caballero es don Dinero, que diría la letrilla satírica de Francisco de Quevedo por allá por el siglo XVII, y que podemos seguir diciendo por acá por el XXI. De don Dinero nos habla la espantosa –me refiero a la palabra, que de estas realidades sé poco– financierización, hija de fiancierizar y nieta de financiero; y, por supuesto, la –y el– omnipresente dólar. Por descontado, nuestro poderoso caballero está detrás del infame narco y toda su casta de dolor y muerte. Y, un poco –o un mucho– también se esconde, aunque disfrazado de «entretenimiento» en el reality, el anglicismo para referirnos a eso que llamamos telerrealidad, aunque de realidad tenga bien poco.
Mucho recomendó Fundéu GA que desterráramos de las páginas de la prensa el anglicismo blackout, un poco ridículo en la tierra de los apagones, en la tierra que creó la palabra prendión por la necesidad de aludir al período breve de tiempo en el que se restablece el fluido entre cortes de energía eléctrica. Nada nuevo bajo el sol ni bajo la luna, pero el cero eléctrico de este año parece que empuja con fuerza en la clasificación al sustantivo apagón.
La consternación, el dolor y el luto que nos dejó el colapso de la discoteca Jet Set sigue redoblando en nuestro corazón; quizás por eso, la palabra colapso se ha colado en la lista, aunque nos traiga tan malos recuerdos. Sin embargo, detrás de la tragedia también resuena la solidaridad, la más hermosa de las candidatas, que, por mi experiencia como dominicana, podría aparecer en la lista cada año.
Esta semana anunciaron las voces finalistas: apagón, colapso y reality. El jueves 18 de diciembre se publicará la palabra del año 2025 en la República Dominicana. Sea cual sea, hablará de nosotros, como siempre lo hacen las palabras. Sea cual sea, de nosotros depende que sean las buenas palabras las que nos definan.

María José Rincón