Pedir tiempo en una relación, ¿funciona?
Recomendaciones de la terapeuta
“Dame un tiempo” palabras que ponen a temblar a casi cualquier persona en una relación de pareja. Generalmente, a quien le piden tiempo, interpreta que es el final de la relación, pero, dicho en otras palabras, o ya no le quieren y quieren jugar contigo. Es normal sentir miedo frente a este pedido, ya que muchas personas han aprovechado esta petición para irse con otro, o para terminar la relación.
Y sí, es una falta de honestidad no decir con sinceridad qué es lo que realmente quieres al pedir tiempo, y dejar que la otra persona adivine lo que sientes y se consuma en sus miedos.
Pero no siempre se pide tiempo por querer terminar, a veces la persona está confundida con respecto a la relación, no se siente cómoda, se ha vuelto monótona o han dejado de entenderse, y se busca un momento de distancia para repensar las cosas, aclarar sus sentimientos y pensamientos.
A pesar de esto, no siempre funciona bien, ya que muchos ven este tiempo como el permiso para mirar para otro lado. Para que funcione debe hacerse bajo unas reglas claras: Cuánto tiempo estarán separados, si tendrán o no contacto físico en ese tiempo, si tendrán comunicación o no, si está permitido involucrarse con otras personas, qué aspectos de la relación y de ellos mismos van a trabajar y si necesitan buscar ayuda terapéutica.
Si estás pensando darte un tiempo en tu relación de pareja, por aquí te dejo algunos pros y contras de hacerlo:
Pros de Pedir Tiempo
1. Te da un chance para mirar dentro de ti, para preguntarte qué quieres, qué sientes y hacia dónde vas. Es el momento de ser sincero contigo mismo, sin el ruido de la relación en tus oídos.
2. Ayuda a reforzar tu independencia emocional. A veces, estamos tan enredados en la pareja que perdemos de vista quiénes somos solos.
3. Es una oportunidad para evaluar la relación con claridad y objetividad. ¿Es una relación equitativa? ¿tienes más paz que peleas?
Contras de Pedir Tiempo:
1. Uno o ambos podrían sentirse inseguros durante este tiempo. ¿Regresarán? ¿Hay alguien más? Esa incertidumbre puede ser una fuente de ansiedad.
2. Si usas el tiempo como una huida de los problemas en lugar de enfrentarlos, cuando vuelvas, los mismos problemas seguirán allí, tal vez más grandes.
3. Reglas confusas. Sin reglas claras, pueden surgir malentendidos y heridas más profundas.
4. Algunas parejas después de tomar un tiempo se dan cuenta de que están mejor solos, y lo que era un "tiempo" se convierte en un adiós.
Como terapeuta, mi recomendación es que, si decides pedir tiempo, sea con el propósito de crecer y no de posponer lo inevitable. Define reglas claras, plazos y objetivos específicos. ¿Qué esperas lograr con este tiempo? Y muy importante: utiliza este tiempo para trabajar en ti, no solo para descansar de tu pareja. A veces, el tiempo solo es el preludio de una conversación más sincera y profunda que se tiene que dar.