El niño autista no es responsable de su condición
La importancia de un sistema educativo inclusivo y de apoyo para niños autistas
El niño autista no es responsable de su condición, tampoco lo son sus padres.
Por lo tanto, no hay que buscar culpables en este padecimiento que abarca un espectro tan amplio que va desde niños y jóvenes con los que se puede establecer vínculos interpersonales, sociales y laborales y otros con los que es casi imposible relacionarse.
Una condición en la que la genética ocupa un sitial de primer orden, y, en la que pudieran intervenir factores epigenéticos y que los investigadores aún no tienen consenso y evidencias médicas definitivas.
El 2 de abril se celebra el día mundial del autismo para crear conciencia sobre esta condición que afecta a tantos niños.
Para entenderlo mejor y ser más inclusivos. Para que esa carga que pesa sobre tantas familias, les sea más liviana. Para que los profesionales de la salud puedan diagnosticarlo lo más temprano posible, algo sumamente importante para un mejor tratamiento y pronóstico de vida.
Para que el sistema educativo sea más personalizado. No solo para desarrollar las potencialidades de estos niños muchas veces discriminados, sino también, para hacer más óptimo el aprendizaje y la enseñanza de todos. Un sistema educativo incluyente, capaz de enseñar a aprender de maneras distintas.
Porque nos están enseñando a todos a aprender de la misma manera y no estamos diseñados para aprender así, ni siquiera los niños y personas a las que de manera arbitraria que por estadísticas se ha convenido en llamar “NORMALES”.
Más varones que hembras
En el espectro autista hay 4 veces más niños varones que niñas. Tener un niño autista aumenta el riesgo de tener otro. Y es una condición que no hace distinción de sexo, raza o estatus social.
Desde el punto de vista clínico la mayoría de estos niños empiezan a dar signos de su condición a partir de los 2 o 3 años de edad, y recuerden que dijimos que el diagnostico bien temprano, ofrece mejores oportunidades en el pronóstico y vida futura de estos niños.
Si la madre nota que su niño(a) pequeño no establece buen contacto visual con ella, si es indiferente a sus órdenes, si no incluye nuevas palabras en su vocabulario o si las que había aprendido las está olvidando, eso es motivo suficiente para acudir al pediatra y explicarle su inquietud; y si este no le da importancia, buscar otra opinión hasta dejar esclarecido el caso.
Porque es una responsabilidad del Estado y de los padres, dar la oportunidad a todos los niños de ser personas felices y útiles a su sociedad. A la que llegaron por decisión ajena.