Cáncer de mama: pruebas para detectarlo o diagnosticarlo y para qué sirve cada una de ellas
Además de la mamografía, otras pruebas ayudan a detectar y diagnosticar un cáncer de mama
Todos lo sabemos, el diagnóstico precoz es una de las claves fundamentales para ganarle la batalla al cáncer de mama. Y para conseguirlo las pruebas de imagen son esenciales, no solo para detectarlo, sino para pronosticar qué tipo de tratamiento será necesario en caso de que el resultado sea positivo. La Dra. Irene Estévez, internista y oncóloga clínica en Incart, explica cuáles son estas pruebas.
Cuando en oncología se habla de prevención debe entenderse como prevención primaria para conocer todos los factores de riesgo en una paciente y reducir aquellos que predisponen al cáncer, como es el caso del alcohol, el tabaquismo, el sedentarismo y los malos hábitos en general.
Pero al entrar en la prevención secundaria los especialistas se refieren a hacer un diagnóstico precoz en estadios iniciales a través de pruebas tan importantes como la sonomamografía, la mamografía y la resonancia magnética, para encontrar las lesiones cuando son presintomáticas o asintomáticas, es decir, cuando el paciente no sabe que las tiene. Lo importante es que estas pruebas mejoran la sobrevida, la respuesta y evitan los diagnósticos tardíos y las cirugías mutilantes.
Así se explica la Dra. Irene Estévez, internista y oncóloga clínica en Incart, y docente universitaria en UASD y UNPHU, quien añade que también existen pruebas de laboratorio, las cuales se suelen hacer en pacientes con factores de riesgo.
“Hablamos de las pruebas de las mutaciones, pero en este país se hacen más a pacientes para pronóstico que para diagnóstico, ya que para conocer el pronóstico de un tumor y tu predisposición familiar debes realizar el BRCA 1 y 2, aquellas que se hicieron famosas por Angelina Jolie, aunque es bueno dejar claro que el hecho de que tú tengas la mutación no significa que tengas el cáncer, sino la predisposición, una predisposición que no es exclusiva para cáncer de mama, sino a próstata, páncreas, estómago, etc”.
Pruebas diagnósticas
Las pruebas de imagen suelen ver el cáncer antes de que aparezcan los síntomas, por eso es tan importante acudir a las revisiones anuales, entre las cuales no pueden faltar:
* La mamografía: una prueba diagnóstica de imagen que puede ser de screening (o cribado) y de diagnóstico. Se indica junto a la sonomamografía, y ambas se complementan, ya que separadas no tienen tanto peso. La mamografía es importante para ver lesiones nodulares, su ubicación y si hay calcificaciones; y la sonomamografía complementa al ver si esas lesiones son quísticas, y si tienen o no vascularidad.
*La resonancia magnética, por su lado, tiene sus indicaciones. Por costo no se utiliza para screening ni tamizaje, salvo en pacientes con prótesis mamarias, pacientes muy jóvenes que, por la densidad de la mama, no dan muy buena imagen, y además tienen antecedentes familiares importantes con sospecha de mutación de BRCA; también en una paciente con diagnóstico de cáncer de mama es conveniente para estadiaje y buscar multicentricidad, para ver si tiene esa lesión única, o múltiples centricos, y valorar si se puede hacer una cirugía conservadora.
* Y para confirmar el resultado de una imagen sospechosa o no, se necesita hacer una biopsia. Con ella podremos saber si es una lesión proliferativa, es decir, que pudiera tener cambios en el tiempo con todos los factores de riesgo y convertirse en un cáncer de mama; si es una lesión no proliferativa que no representa un riesgo de cáncer de mama; o si es ya un cancer. Con la biopsia se toma una muestra de tejido -ya sea por aguja fina, gruesa o una biopsia abierta, dependiendo de la mama, las características de la lesión, la ubicación y el tamaño- para observar por microscopio si es un tumor benigno proliferativo o no, o si es maligno y qué tipo de tumor maligno es. Y a esa misma biopsia (que confirma si es o no un cáncer) se le hacen pruebas, entre ellas algunas pruebas moleculares que darán unos factores pronóstico: si tiene factores hormonales de estrógeno, receptores de progesterona, si el KI67 está alto, etc… Todos esos parámetros arrojarán otra clasificación para determinar si el cancer de mama está en su etapa 1, 2, 3 o 4.
Finalmente, los resultados de todas estas pruebas, junto con el examen físico y el resto de los estudios, revelarán en qué etapa clínica está y qué tratamiento le conviene seguir a la paciente.
* Además, ahora mismo, aparte de la inmunohistoquímica, existen otras pruebas que se están haciendo a los pacientes en el país, que ayudan a definir el pronóstico y parte de las opciones de tratamiento, como el PDL1, receptores de andrógenos, los BRCA, el PI3K….
No todas las pacientes se someterán a todas las pruebas, solo a las que les conviene… Pero todo esto nos servirá de pronóstico para tener opciones de tratamiento. Así se va estableciendo el muñeco de cuál es el tratamiento que le conviene a cada paciente según su situación y sus alteraciones”, concluye la Dra. Estévez.