"Bikeriders. La Ley del Asfalto", un guiño nostálgico a los clubes de moteros americanos
La película retrata una época de rebelión en Estados Unidos en la década de los 60
"Bikeriders. La Ley del Asfalto" es un filme nostálgico que recrea un momento y un lugar del Medio Oeste americano que ya no pueden volver a existir, según dice en Londres su director, el estadounidense Jeff Nichols.
La película retrata una época de rebelión en Estados Unidos en la década de los 60, contada desde la óptica de una mujer, Kathy (Jodie Comer), tras un encuentro casual en un bar con un club de moteros, "The Vandals" (Los vándalos), liderado por el carismático Johnny, a quien interpreta Tom Hardy.
La protagonista, que se siente irremediablemente atraída por Benny (Austin Butler), va desgranando la degeneración de la banda, que se convierte a marchas forzadas en una pandilla violenta sin escrúpulos ni valores en la que Benny ha de elegir entre su relación con Kathy y la figura paternal que encarna Johnny o la lealtad hacia sus compañeros.
En un encuentro con la prensa en Londres, Nichols afirma que la cinta "versa sobre la nostalgia y te deja con la idea de que esa época, ese lugar y esas personas ya no pueden existir, ya no están".
La historia, que cuenta con un elenco de lujo con intérpretes como Tom Hardy ('Inception'), Michael Shannon ('Animales Nocturnos'), Jodie Comer ('Killing Eve') o Austin Butler ('Elvis'), surge cuando, hace 20 años, Nichols se topó con un libro de 1968 del fotoperiodista Danny Lyon, que se convirtió en toda una obsesión para el cineasta.
Ese libro, que recopila a lo largo de cuatro años entrevistas y fotografías que hizo Lyon a los miembros de un club de moteros, muestra a un grupo de amigos apasionados de la velocidad que terminan dándole la espalda a la ley.
"No crecí alrededor de la cultura de los moteros y la cultura de los moteros de hoy en día no me interesa mucho, pero hice esta película por lo que Danny Lyon hizo en ese libro. Se centra en la gente. Él es un antropólogo que no quiso solo hacer fotos, quiso mostrar esa subcultura en su totalidad", recuerda el director.
Inspirados en personas reales
En la construcción de sus personajes, basados en personas reales, utilizó como inspiración unos archivos de audio que había colgado Lyons, donde se escuchaban las voces de Kathy o de Zipco.
Kathy, a quien da vida Comer, es "una mujer real, muy entrañable, que está intentando descifrar por qué le atrae ese hombre, ese estilo de vida. Y la verdad es que le atrae por los mismos motivos por los que nos atraen a todos: hay algo inherentemente cautivador en las personas que escogen mirar al margen", apunta Nichols.
Por su parte, la propia Comer, cuya pericia a la hora de clavar el acento de la verdadera Kathy le ha valido un sinfín de elogios, comenta que la película "también habla de la subcultura de las bandas de moteros en la que sienten esta lealtad y este orgullo".
"Kathy quiere escapar de la autoridad y de estas reglas, pero luego se encuentra con este grupo y empiezan a crear reglas, haciendo literalmente aquello de lo que intentaban escapar (...) y si estuviera contado desde una perspectiva masculina sería una historia completamente diferente", observa la actriz.
Sobre Benny, Austin Butler subraya que "nunca lo entrevistan en el libro. Oyes sobre él a través de otras personas".
Es por ese misterio que parece envolver al Benny real, que Butler cree que hubo que hacer "una especie de trabajo de detective; (Benny) es como un mito" y asegura que él trató de "comprenderlo en la mayor medida posible (..) y gran parte de ello se logró llegando a estar cómodo encima de una moto".
"Esa fue nuestra realidad durante horas, montados en un sillín, para luego empezar con la ósmosis a absorber sus filosofías y su conexión espiritual, esa sensación que tienen mientras están encima de una moto", recuerda sobre el rodaje.