Taika Waititi: “Estas historias son importantes para mí por muchas razones”
El actor y cineasta neozelandés cierra el 2023 con el estreno de su más reciente obra
Actor, director, guionista y hasta productor, Taika Waititi ha vivido y trabajado en casi cada aspecto relacionado con contar una historia a través de un medio audiovisual.
Este hecho le ha permitido desarrollar un estilo muy particular que se nota en todas sus creaciones, la cuales incluyen películas como “What We Do in the Shadows” (2014), “Hunt for the Wilderpeople” (2016), “Thor: Ragnarok” (2017) y “Jojo Rabbit” (2019).
El peculiar estilo de Waititi también está presente en su más reciente filme, “Next Goal Wins”, película protagonizada por Michael Fassbender que es una adaptación de un documental del mismo nombre de Mike Brett y Steve Jamison.
El documental original está basado en las vida del entrenador Thomas Rongen para llevar a la Selección de fútbol de Samoa Americana a la Copa Mundial de Fútbol de 2014.
Esta es una producción que no solo permitió al cineasta neozelandés trabajar con un elenco de artistas predominantemente samoanos a quienes quiere y admira, sino que también pudo contar el tipo de historia a la que más se siente atraído.
¿Qué fue lo que hizo que quisieras hacer “Next Goal Wins” ?
Estaba trabajando en “Hunt for the Wilderpeople”, cuando me crucé con el documental y me encantó poder ver algo que transcurría en la Polinesia. Me quedó dando vueltas la idea, hasta que decidí que quizá había algo que se podía contar.
Empecé a preguntar e invité a Mike Brett y Steve Jamison a viajar a Hawái, donde estaba trabajando en la posproducción, para que me contaran un poco sobre la historia, y sentí que había algo realmente bueno ahí. Luego hice “Thor” y no volví a pensar en ello por otros cinco años.
Cuando tuve algo de tiempo después de terminar “Thor”, le di forma al guion y empecé la convocatoria de los personajes.
Sabía que quería avanzar rápido porque mi experiencia con películas anteriores había sido tan larga, que quería volver un poco a los orígenes y a la forma en que trabajé con mis primeras películas.
Como eres de Nueva Zelanda, uno imaginaría que sentiste una conexión personal con esta historia. ¿Podrías contarnos por qué fue especial para ti?
En Nueva Zelanda hay una comunidad samoana enorme, muy fuerte y vibrante. Yo soy maorí, pero de verdad creo que tenemos mucho en común, No solo estamos estrechamente relacionados, sino que además nuestros idiomas se parecen mucho.
De niño, la comunidad samoana, con la belleza de su cultura y sus ceremonias centradas en la familia, me parecía realmente mágica.
Toda la historia es sobre personas samoanas y muchos de mis amigos de Nueva Zelanda son actores samoanos con los que he trabajado en los últimos 20 años. Fue una gran oportunidad de poder volver a trabajar con ellos y de hecho iba pensando a quién convocar a medida que escribía el guion.
También volviste a convocar actores con los que ya trabajaste, como Rachel House y Oscar Kightley, con quienes hiciste “Hunt for the Wilderpeople”, y aquí son la pareja que dirige la Federación de Fútbol de Samoa Americana, entre muchos otros trabajos.
El hecho de que Oscar Kightley fuera parte de la película fue como la piedra angular del proyecto para mí. Es un guionista increíble y mi mentor a la hora de escribir comedia.
Es alguien a quien admiro mucho. Cuando le pido un consejo se sienta conmigo y comenta el guion, o planteamos ideas, y lo escucho mucho, porque casi nunca se equivoca.
¿Qué puedes decirnos sobre trabajar con David Fane?
Trabajo con David desde 1996. Lo conocí más o menos al mismo tiempo que a Jemaine [Clement], y fue bueno con los años tener un equipo de amigos con quienes trabajar. De hecho, Dave trabajó en mi primera película, “Eagle vs Shark”, y en “Our Flag Means Death”.
Cada vez que se suma a un proyecto, simplemente se roba el show. No es que le gusta llegar y llevarse todo el protagonismo; tiene algo mágico porque es un tipo muy interesante con una presencia imponente, pero lo único que quiere es escuchar todo el día su música clásica.
Es muy culto y sumamente considerado, además de una de las almas más hermosas que conozco. Me encanta que sea parte de mi vida y me encantó que fuera parte de mi película.
Hay dos papeles en particular que se destacan por el cuidado con que debiste elegirlos, uno de ellos Thomas Rongen, su papel es fundamental a la hora de mejorar el equipo y tenía que ser una persona que pudiera ser huraña y compasiva al mismo tiempo. ¿Cómo llegaste a Michael Fassbender para el rol?
Había pensado en diferentes personas y tenía que ser alguien que sintiera que era parte de esta película y no la estrella. Por eso convoqué a Michael Fassbender. En manos de otros actores, podía convertirse en una película “con la actuación estelar de”.
Eso hubiera dejado a la comunidad en segundo plano para que se tratara más del camino de ese personaje. Así que hablé con él, que estaba por tomarse un largo descanso de la actuación y correr carreras de autos como Steve McQueen.
Ya había visto el documental y, después de nuestra gran conversación, leyó el guion bastante rápido y dijo “sí, me encantaría hacerlo”. Durante el rodaje, llegó y se integró fácilmente. En ningún momento pretendió ser el protagonista en primer plano y siempre fue uno más.
Además así es él. Nunca va a las grandes fiestas de Hollywood y es una persona genuina que no tiene tiempo para pavadas.
El otro papel clave en la película es el de Jaiyah, la única integrante Fa’afafine del equipo y la primera mujer transgénero en jugar las eliminatorias para el Mundial. ¿Qué tan difícil fue encontrar a alguien que no solo fuera samoana, sino también que se identificara como Fa’afafine y supiera jugar al fútbol?
Sabía que la más difícil de encontrar iba a ser quien hiciera el papel de Jaiyah. Para nosotros era muy importante que fuera una verdadera Fa'afafine. Ser Fa’afafine es parte de una cultura milenaria, y no queríamos una etiqueta que la definiera a la manera occidental.
Si uno lo simplifica, se diluye. Y no es mi trabajo, ni trabajo de los samoanos o de la gente de las islas del Pacífico, explicar qué significa Fa’afafine.
Además, debía ser una persona atlética y que pudiera jugar, de todos los deportes que hay en el Pacífico, justo fútbol, que es algo que nadie de nosotros juega.
Tuvimos muchísima suerte de encontrar a Kaimana, que reunía todos esos requisitos. De hecho todavía sigo sin poder creer que hayamos encontrado a Kaimana.
La amistad entre Thomas y Jaiyah va evolucionando de manera conmovedora, cuando los dos extraños se brindan apoyo mutuo de una manera que sorprende a todos. ¿Qué importancia tenía esa relación entre ellos para ti?
Esa relación era importante para mí, porque es una buena forma de hilar el arco del personaje de Thomas como una relación padre-hija. Michael y Kaimana lo manejaron perfectamente bien, pero además yo no quería que el resto de la película quedara relegado.
El asunto es que en Hollywood se habría tratado solo acerca de esto y menos acerca del equipo. De repente termina siendo como una especie de editorial, y ese no es mi estilo.
¿Podrías contarnos sobre tu trabajo junto a los realizadores del documental, Mike Brett y Steve Jamison?
Si uno mira cualquier película en la que hay partidos de fútbol, en la mayoría el juego parece bastante aburrido. Además, ¿cómo se hace para que un juego de fútbol resulte interesante si uno de los equipos es el peor del mundo y sus jugadores apenas pueden pasarse la bola?
Por suerte, Morris, que es coguionista, es un fanático que lo sabe todo sobre fútbol. Así que teníamos a tres nerds del fútbol en el set, listos para explicarnos las reglas y aburrirme a muerte. Yo solo asentía y les decía “muchachos, por qué no me dicen simplemente dónde poner la cámara”.
Escribieron una especie de guion para los movimientos de los jugadores en el campo y nunca me haría cargo del crédito de eso, sencillamente porque no entiendo nada. Aun así estoy feliz y aliviado de saber que, incluso si no sabes nada de fútbol, podrás entender lo que ocurre en la pantalla.
¿Por qué se decidieron por filmar en Hawái en lugar de directamente en Samoa Americana?
Pasé mucho tiempo de mi vida en Hawái, edité “Hunt for the Wilderpeople” allí nació mi segunda hija en esa época y creo que Hawái es el lugar de donde provenimos originalmente los maoríes porque, en nuestra tradición, al morir, nuestra visión del Paraíso se llama Hawaiki.
No puede ser coincidencia que hayamos navegado como unos tontos al sur del Pacífico, a las islas más frías que hay, y que nuestra versión del Paraíso sea volver al lugar del que nunca debimos irnos. Así que tengo mucha afinidad y una conexión profunda con Hawái.
Siempre había querido filmar ahí, porque tengo amigos que trabajan en la floreciente industria cinematográfica local. Para Mike y Steve fue bastante complicado filmar el documental en Samoa Americana, sencillamente porque no tiene infraestructura.
Es una isla muy pequeña y no tienen industria cinematográfica, entonces es muy costoso enviar los equipos al país para poder filmar. En Hawái sí hay infraestructura y es un lugar muy parecido con sus formaciones rocosas volcánicas que sobresalen repletas de verde, parecidas a las que hay en Samoa Americana.
Creo que no hay ningún otro lugar que no sea Hawái donde podríamos haber hecho la película.
¿A qué se debe tu predilección a contar historias de “perdedores” que finalmente salen adelante?
Estas historias son importantes para mí por muchas razones. Así empecé, y estas son las historias que me llevan a un lugar feliz.