La normalización de la infidelidad digital: un desafío para las relaciones modernas
Las redes sociales han abierto la puerta a conductas que pueden amenazar la estabilidad de las relaciones de pareja
Las redes sociales han modificado radicalmente la forma en la que nos relacionamos como pareja. Si bien ofrecen múltiples beneficios, también han generado nuevos desafíos en el ámbito de la intimidad y la confianza.
Hoy en día, es común llamar “amigo” a casi cualquier persona con la que interactuamos en línea, independientemente de si la conocemos en persona o solo a través de una pantalla.
Según la psicóloga Iliana Estrada, sexóloga y terapeuta de parejas de @lotuscentrointegral, las redes sociales han facilitado la conexión emocional, permitiéndonos mantener relaciones con amigos de la infancia, familiares y personas a distancia.
Sin embargo, la profesional advierte que esta facilidad de conexión también ha abierto la puerta a conductas que pueden amenazar la estabilidad de las relaciones de pareja.
La línea entre la interacción digital y la infidelidad
El fenómeno de la infidelidad digital se refiere al uso de plataformas y aplicaciones para establecer vínculos afectivos o sexuales sin contacto físico directo. Aunque estas interacciones se dan exclusivamente en el mundo virtual, el impacto emocional que generan puede ser igual de devastador que una infidelidad física.
Un estudio realizado por DIVE Marketing, en México, reveló que las conductas más comunes relacionadas con la infidelidad digital incluyen el envío y recepción de fotos sugerentes (83 %), el uso de aplicaciones para buscar pareja (82 %), y la fantasía sexual o coqueteo en línea (78 %).
La normalización de la infidelidad digital
La psicóloga explica que, en la actualidad, muchas personas ven la infidelidad digital como algo inofensivo o menos dañino que un encuentro físico, dado que no incluye contacto físico directo.
“Ahora, esta creencia minimiza lo que es el impacto emocional que tiene descubrir que tu pareja mantenga conversaciones íntimas o explícitas con otra persona”, afirma.
La creciente prevalencia de la infidelidad digital ha llevado a que muchos lo consideren “normal” o más aceptable. Las plataformas de citas y las redes sociales, diseñadas para mantener una conexión constante, han transformado lo que tradicionalmente se entendía por “fidelidad”.
Sin embargo, desde una perspectiva psicológica, cualquier comportamiento que cruce los límites acordados en una relación puede ser percibido como infidelidad.
“Por ejemplo: para algunas parejas, intercambiar mensajes coquetos puede considerarse inofensivo. Para otras, representa una violación directa de la confianza, especialmente si la intención detrás de esos mensajes es establecer una conexión emocional o sexual con otra persona”, ejemplifica Estrada.
Cómo prevenir y manejar la infidelidad digital
Para la terapeuta de parejas, la clave para prevenir o manejar la infidelidad digital radica en una comunicación abierta, efectiva y asertiva dentro de la pareja.
“Este tipo de conversaciones son claves para evitar malentendidos, ya que lo que puede ser una ‘actividad inocente’ para una persona, para la otra puede significar una traición de la confianza”, sostiene.
La profesional indica que se debe reconocer cuándo las redes sociales están afectando la calidad de la interacción de la pareja, cuándo se está cruzando la línea entre lo amistoso y lo íntimo. Cada miembro de la pareja debe de ser consciente de los efectos que pueden llevar las interacciones digitales desmedidas y desleales.
En algunos casos, cuando la infidelidad digital ya ha ocurrido o la situación parece irremediable, es importante buscar apoyo profesional. La terapia de pareja puede ayudar a reconstruir la confianza y facilitar la comunicación abierta sobre los temores y las expectativas de cada miembro.
“La prevención y manejo de la infidelidad digital en las relaciones no solo involucra establecer reglas, sino también trabajar en la confianza, la comunicación y el respeto mutuo”, explica Estrada. “La clave está en abordar la tecnología como una herramienta que debe ser utilizada de manera que beneficie, en lugar de dañar, la relación”.
La experta resalta que, si bien las redes sociales enriquecen nuestras vidas, también pueden poner a prueba la confianza y la intimidad de nuestras relaciones. “Hay que recordar que las relaciones de pareja saludables requieren de tiempo, esfuerzo y sobre todo trabajo en equipo”.
“Juntos pueden fortalecer su relación y crear espacios de confianza donde la tecnología sea una herramienta para acercarlos”, concluye.