Salud mental y felicidad… El moverse no implica avanzar
La perfección como seres humanos está condicionada por el tiempo, por las circunstancias y por las razones y personas que determinan esa necesidad de mejorar
Es habitual que al compartir con los amigos de la infancia, surja el tema de cuáles caricaturas de tv o muñequitos son los mejores, que si el Galáctico, los Transformers, dragonball, que si Naruto o Phineas y Pherb o la Pantera Rosa.
"Los mejores serán los de nuestra época, radical absoluta e innegablemente y sería tonto (a nuestro criterio) pensar lo contrario", explica Oom Blanco, neuropsicólogo, terapeuta, docente e investigador.
A lo que agrega que, es el mismo argumento y conclusión de otras generaciones, desde Kalimán, Centella, Archie, Heidi, Candy y los Picapiedra hasta los amantes de barbie y sus ideologías…¿cuál es mejor?
Esta misma reflexión surge cuando decidimos ir a terapia para convertirnos en nuestra “mejor versión” ya que de fondo contiene uno o varios puntos de referencia que no siempre son los saludables; por ejemplo, "ser nuestra mejor versión por obesidad, procrastinación, ansiedad, son razones comprensibles y hasta cierto punto muy válidas para emprender el camino terapéutico y de salud", indica.
También detalla que hay otro lado y es el de la exigencia y la autosuficiencia, que son motivos que subyacen a nuestro deseo de ser “mejores” y esa intención busca responder o querer satisfacer las demandas de otras personas, como si se tratara de un producto al que hay que añadir nuevas características o soluciones de errores cual programa informático o versión de whatsapp.
Dos puntos importantes
- Primero: "que es absurdo asumir o pretender que un producto pueda mejorarse de forma ilimitada, tanto por la inversión económica como por su finalidad especifica; nuestra , por las circunstancias y por las razones y personas que determinan esa necesidad de mejorar: mientras esa necesidad no tenga una raíz profundamente personal y sin relación con los demás, estará contaminada por las expectativas o demandas de las circunstancias. Es como quien va a terapia para no perder a su pareja, en vez de hacerlo para sanar sus heridas, mejorar su estilo de vínculo y apego sin importar si pierde o no su matrimonio, aunque duela.
- Segundo: está el concepto de “Mejor” e implica que hay una realidad superior y distinta que universal y objetivamente es superior…lo que es completamente falso. El concepto de mejor es intrínsecamente subjetivo y que plantea la pregunta ¿mejor para quién? ¿Quiénes son los que te hacen sentir peor/insuficiente/equivocado (a) o que como eres está mal? ¿Cuál estilo y valores de crianza te condicionan para sentirte así?¿A quién o quiénes no estás dando la talla? ...en definitiva ¿para cuáles clientes o consumidores quieres mejorar la versión del producto?, ¿Para tu pareja, tu jefe, tus padres, tus amigos o para ti? ..moverse no necesariamente implica que estemos avanzando, podemos ir a terapia por años y nunca descubrir la razón del cambio".
Con ambos aspectos desglosados por Blanco, lejos están de validar como buenas tales conductas, a lo que se refiere es que hasta ahora hemos respondido a las circunstancias con la historia personal y las herramientas que hemos tenido y siempre es saludable ir a terapia a profundizar en nuestra vida, nuestras acciones y dificultades en especial si hacemos daño a otros o a nosotros mismos y si no sabemos afrontar o lidiar con la realidad que nos está tocando vivir.
No obstante, "es imperativo cuestionar el propio accionar sobre lo que nos impulsa a buscar una “mejor versión” ya que cuando lo logres puede ser obsoleta, caduca e innecesaria…¿Cuándo es suficiente? ¿eres presa del loop infinito de la felicidad inalcanzable?...", considera el terapeuta e investigador.