Alan Vargas, el chef dominicano que cala en el gusto de los neoyorquinos
Este dominicano es chef corporativo y socio de tres restaurantes ‘top’ en la Gran Manzana
El chef dominicano Alan Vargas se abre paso en el mercado gastronómico neoyorquino.
Tras años desempeñándose como chef personal de celebridades y empresarios en Estados Unidos, país al que emigró a los 14 años, Alan decidió volver a la industria de los restaurantes.
En la actualidad, es chef corporativo y socio de tres restaurantes ‘top’ en la Gran Manzana: The Consulate, The Consulate Midtown y Recette.
A pesar de ello, mantiene su sencillez y afabilidad, pero sobre todo su orgullo de ser dominicano. Él mismo confiesa que “lleva un pedacito de República Dominicana en cada uno de sus platos”.
Recientemente el chef participó en la tercera edición del evento gastronómico “The Epicure by Paradisus”, en Punta Cana, oportunidad que aprovechamos para conversar con él.
¿Cómo descubres tu amor por la cocina?
Mi amor por la gastronomía empezó temprano. Mi padre cocinaba para todos sus amigos todos los domingos y yo era el que siempre lo ayudaba, yo era como el sub-chef (risas). En ese momento yo tenía como cinco o seis años, disfrutaba ayudarlo.
¿Por qué volver a la industria de los restaurantes cuando vivías un buen momento en tu carrera como chef privado?
Como chef privado se gana buen dinero, es cierto, pero decidí volver a los restaurantes porque si duraba más tiempo como chef privado me iba a ser difícil volver a los restaurantes.
Yo creo que esa profesión es para quien quiere estar más retirado, más tranquilo. El dinero es súper bueno, pero no lo es todo.
Al principio era muy bueno, viajaba mucho y trabajé para personas importantes, pero en uno o dos años uno se cansa.
Eres chef corporativo de tres restaurantes en Nueva York. ¿De qué te encargas exactamente en esa posición?, ¿demanda más que ser chef ejecutivo?
Yo soy socio de los tres, me encargo de hacer todos los menús, de contratar al personal de la cocina, me encargo de lo relacionado con el dinero, todo.
Definitivamente es más demandante, porque como chef ejecutivo te encargas de un solo restaurante, como chef corporativo te encargas de más. Es el mismo trabajo, pero en plural.
¿Qué es más cuesta arriba, complacer al comensal dominicano o al neoyorquino?
Bueno, todos los dominicanos que he conocido son buenos clientes, mientras que los de Nueva York son muy exigentes, especialmente los que tienen cierto nivel adquisitivo. Por el nivel de nuestros restaurantes, la mayoría de nuestros clientes son súper exigentes.
Dices que cada uno de tus platos tiene algo de República Dominicana. ¿Cómo incluyes los sabores dominicanos en tus platillos?, ¿tienes algún ingrediente dominicano favorito?
En mis platos suelo incluir ingredientes de aquí (República Dominicana), como plátano, yuca o chinola. Los (ingredientes) que más me gustan son la chinola y el plátano.
Has trabajado para distintas celebridades. ¿Cuál ha sido la más exigente de todas o la que te haya hecho el pedido más peculiar?
Sí, he trabajado para Mick Jagger, Jack Nicholson y muchos actores de Hollywood. La verdad es que la mayoría de esas celebridades son gente bien, de cada 10 puede aparecer una que no lo sea, pero en general son súper buenas personas.
¿Está en tus planes abrir un restaurante en República Dominicana?
La oportunidad no ha llegado, pero sí, puede ser. Me gustaría traer algo innovador, un restaurante en la playa. La verdad es que la gastronomía aquí ha cambiado mucho, hay más ingredientes, más innovación, muchos buenos chefs.
Inmediatamente después de graduarse de la escuela de cocina, Alan Vargas fue contratado para la apertura del Hotel Fountain Bleu en Miami Beach, lugar en el que tuvo la oportunidad de trabajar junto a algunos chefs famosos en varios de los restaurantes del hotel (Scarpetta, Hakkasan, La Cote, Vida, Blade). Alan también laboró para numerosos restaurantes en Miami, como Sushi Samba, Big Fish, Nobu y Brushetta, aprendiendo de la mano de diferentes profesionales del área.