Querer estar siempre con la pareja, ¿es dependencia emocional?
En toda relación de pareja hay cierto grado de dependencia sana, conocida como interdependencia, explica la psicóloga Patria Santana
Si eres de las personas que tras iniciar una relación amorosa deja en un segundo plano a la familia y los amigos por querer estar siempre con la pareja, seguro que en alguna ocasión te han tildado de ser dependiente emocionalmente, lo que te ha llevado a auto cuestionarte ¿realmente lo soy?
La dependencia emocional es un término que, a consideración de la psicóloga Patria Santana, se ha “cualquierizado” en el argot popular y profesional, llegando al punto de “patologizar” el objetivo de tener una pareja, el cual define como un deseo sano y válido, al igual que querer tener un hijo, una casa o un trabajo.
La terapeuta sexual y de parejas de @mentalmenterd explica que hay una etapa en la que es normal querer pasar todo el tiempo con la pareja, que es al principio de la relación. “La primera etapa se caracteriza por la liberación de dopamina y endorfinas, que producen un tipo de adicción a la pareja”, sostiene.
Esta adicción, agrega, trae consigo el deseo constante de estar juntos, la idealización, la euforia, pensamientos obsesivos, entre otros. En esta etapa no se considera dependencia, es algo normal y esperable desear estar juntos todo el tiempo.
Identificar la dependencia emocional
En toda relación de pareja hay cierto grado de dependencia sana, conocida como interdependencia, que es una conexión equitativa y saludable, donde ambas partes mantienen su autonomía mientras comparten una vida en común.
Así lo refiere la especialista, quien añade que mientras la dependencia emocional es una conexión emocional excesiva y desequilibrada, que basa su bienestar emocional en la aprobación y presencia constante de la pareja, en el amor la presencia de la otra persona se percibe como un valor positivo que contribuye al bienestar emocional y al crecimiento personal.
“En el amor existe una conexión basada en el afecto mutuo, el respeto y la autonomía emocional de cada individuo. Por otro lado, en la dependencia emocional, la relación se convierte en una especie de ‘recurso’ utilizado para aliviar la ansiedad o el malestar emocional”, indica.
¿Cuándo se está pasando demasiado tiempo con la pareja?
No hay un tiempo específico que se pueda considerar como "recomendado" para pasar con la pareja, ya que la cantidad de tiempo que es saludable puede variar de forma significativa de una pareja a otra.
“Depende del tipo de relación, la etapa en que se encuentren, las dinámicas sociales y estilos de vida. Lo que se considera saludable depende de la calidad de la relación, las necesidades individuales de cada persona y los compromisos externos, como el trabajo, la familia, los hobbies y las amistades”, asegura Santana.
Para identificar que el tiempo en pareja es demasiado, uno de los integrantes debe empezar a observar dinámicas o actitudes que le producen incomodidad, como:
- Malestar sobre su independencia y autonomía.
- Falta de espacio personal.
- Dificultades en otras áreas importantes de su vida (por ejemplo, alejarse de sus amigos o familia).
- Falta de individualidad (no se está realizando ninguna actividad fuera de la pareja, como practicar algún deporte o hobbie).
- Detrimento de otras relaciones sociales.
- Discusiones constantes sobre reclamos relacionados a la libertad (uno de los miembros desea hacer actividades independientes y al otro le molesta).
- Agotamiento emocional (se puede sentir abrumado por tanta carga emocional relacionada a la pareja).
- Monotonía excesiva (rutinas muy estrictas sobre la relación, por ejemplo, tener que hablar cierta cantidad de horas diario).
- Reclamos o cuestionamientos por parte de familiares o amigos.
- Miedo excesivo a reclamos por desear hacer algo distinto.
- Peleas constantes relacionadas al tiempo o espacio personal.
Lo recomendable en cuanto al tiempo que se debe pasar en pareja es analizar las necesidades afectivas de cada uno y buscar un equilibrio entre las otras áreas de la vida de cada quien. “La vida en pareja es una de las tantas áreas que tiene cada ser humano, por lo que no debemos descuidar las otras por entrar en una relación de pareja”, dice la experta.
Crear un balance
Cuando alguno de los miembros no dispone de su espacio individual, con el tiempo dependerá del otro. Aunque no parezca perjudicial, a largo plazo puede implicar una pérdida de la red social propia, de las amistades o incluso de los intereses o aficiones, en detrimento de los de la pareja.
Santana recalca que crear un equilibrio saludable entre la pareja, la familia y los amigos es esencial para mantener relaciones fuertes y satisfactorias en todas las áreas de la vida. A continuación, algunos consejos que ofrece para lograr ese equilibrio en las distintas áreas vitales:
- Comunicación asertiva: habla abierta y honestamente con tu pareja sobre las expectativas y necesidades en términos de tiempo con la familia y amigos. La comunicación efectiva es clave para comprender las prioridades de cada uno.
- Establecer prioridades: identifica las prioridades en tu vida y en la de tu pareja. Establece metas y límites claros para asegurarte de que todas las áreas importantes de la vida reciban la atención necesaria.
- Planificación conjunta: colabora en la planificación de actividades y eventos. Trabajen juntos para encontrar un equilibrio en el tiempo dedicado a la pareja, la familia y los amigos. La planificación conjunta ayuda a evitar conflictos y sorpresas.
- Respetar el tiempo individual: reconoce la importancia del tiempo individual para cada uno. Ambos necesitan momentos para actividades personales, hobbies o pasar tiempo con amigos sin la pareja.
- Flexibilidad: sé flexible y abierto a ajustar los planes según sea necesario. La vida puede ser impredecible y la flexibilidad es clave para lidiar con cambios en las agendas.
- Establecer tradiciones: crea tradiciones, tanto con la pareja como con la familia y amigos. Establecer días específicos o eventos regulares puede ayudar a distribuir el tiempo de manera más uniforme.
- Calidad sobre cantidad: más que la cantidad de tiempo dedicado, es la calidad de ese tiempo lo que realmente importa. Asegúrate de disfrutar y aprovechar al máximo cada momento.
- Aprender a decir no: aprende a establecer límites y decir “no” cuando sea necesario. Esto te permite equilibrar tus compromisos y evitar el agotamiento.
- Autoevaluación regular: haz evaluaciones regulares de cómo estás manejando el equilibrio en tus relaciones. Si notas que un área está recibiendo demasiada atención en detrimento de otras, ajusta tus prioridades.
- Terapia de parejas: si te cuesta establecer límites o llegar a acuerdos sanos sobre los tiempos individuales, la terapia de parejas resulta muy efectiva.