Violencia de género: ¿por qué la mujer defiende a su agresor?
Se trata de una conducta asociada al síndrome de la mujer maltratada
Cuando ocurren casos de violencia de género como los de Amelia Alcántara y Tamara Martínez, muchos no entienden las razones por las que las víctimas defienden a sus agresores. Hay que saber que se trata de una conducta asociada al síndrome de la mujer maltratada.
La psicóloga y terapeuta familiar Dolisbel Rodríguez, de @mentalmenterd, define este síndrome como la adaptación de la mujer a la situación adversa en la que se encuentra (maltrato o violencia). La víctima afronta la situación minimizando el dolor que siente y la gravedad del abuso.
Además, puede presentar otras distorsiones cognitivas como negación o disociación y justificación del abuso debido al cambio en la forma de percibirse a sí misma, a otras personas y al mundo, todo esto como consecuencia de la violencia.
“Las estructuras psicológicas de la mujer maltratada están vulnerables y también su capacidad de entendimiento y de ver con claridad la realidad en la que se encuentra”, explica la experta, agregando que la víctima puede llegar a minimizar o negar que está siendo abusada, e incluso justificar el comportamiento del agresor, en vista de que cree que el abuso es su culpa.
“En la justificación y búsqueda de explicaciones para la agresión, la mujer entiende que el agresor puede cambiar si ella actúa diferente”, refiere. “Se siente responsable del abuso y cree que puede evitar el maltrato si cumple a cabalidad las demandas del agresor”.
¿Unas más propensas que otras?
De acuerdo con Rodríguez, hay factores que hacen más vulnerables a las mujeres maltratadas y dificulta que abandonen la relación abusiva. Entre ellos cita la falta de confianza en sí mismas, haber estado expuestas a otros contextos o relaciones abusivas, creencias arraigadas y rígidas en cuanto a la sumisión, redes de apoyo limitadas y el aislamiento. Tener problemas de salud mental que dificulten la toma de decisiones, como depresión y ansiedad, son otros factores de riesgo.
Lo que sucede con este síndrome es que no es un diagnóstico médico o psiquiátrico como tal. Se trata, más bien, de una descripción de las respuestas conductuales y emocionales que pueden presentar algunas sobrevivientes de violencia. La psicóloga resalta que no todas las mujeres responden al maltrato de la misma forma.
En estos casos, luego de una evaluación por parte de un profesional de la salud mental, se evalúa la seguridad y el riesgo en el que se encuentra la sobreviviente, se le brinda orientaciones y se refiere a unidades especializadas en violencia de género.
En procesos penales
El síndrome de la mujer maltratada se ha incluido en el “Reglamento para el Manejo de los Medios de Prueba en el Proceso Penal” desde el 2006. Se considera una causa de defensa de la víctima, en vista de que es parte de los daños o consecuencias de la violencia, a modo de que comprueba el miedo y la amenaza que esta siente.
En ese sentido, Rodríguez aclara que la inclusión de este síndrome en la toma de decisiones judiciales está vinculada con el juicio y sensibilización de los operadores judiciales (jueces, fiscales y abogados) respecto al tema.
Qué hacer
Para apoyar a una víctima del síndrome de la mujer maltratada, primero es necesario cambiar la forma de pensar sobre la violencia de género. “Popularmente se cree que en los conflictos de pareja nadie debe involucrarse; sin embargo, es importante diferenciar una relación de pareja conflictuada o disfuncional de una relación abusiva”, indica la psicóloga.
Ella deja claro que hay formas de apoyar a una mujer a pesar de que esta no haya decidido abandonar la relación abusiva. Es posible brindar apoyo emocional para que esta exprese cómo se siente y su experiencia. Es importante mostrar empatía y evitar juzgar y culpar.
Otras recomendaciones que ofrece es ayudar a la sobreviviente a reconocer que la violencia es inaceptable y no tiene justificación, así como brindarle información sobre los recursos disponibles, como los servicios destinados a atender casos de violencia de género y líneas de ayuda. “Estas informaciones pueden propiciar que la mujer tome decisiones más acertadas sobre su seguridad”, sostiene.
Abandonar la relación abusiva, advierte, puede ser complicado y tomar tiempo. Las redes de apoyo pueden despeñar un papel importante para que la mujer logre enfrentar y superar la violencia.