Dietas antiinflamatorias: qué tener en cuenta
Mira cómo puedes mejorar tu salud intestinal
Muchas personas padecen de inflamación crónica, pero algunos factores pueden controlarse con una dieta antiinflamatoria. Se trata de establecer un patrón de alimentación que implica dar prioridad a alimentos ricos en sustancias que naturalmente tienen propiedades que reducen la inflamación sistémica.
Qué tener en cuenta en una dieta antiinflamatoria
Fibras solubles y fermentables: este tipo de fibra ayuda a mejorar la diversidad de tu microbiota, aumentando la población de bacterias antiinflamatorias y reduciendo la población de patógenos. Lo mejor es consumir unos 40 gramos de fibras al día. Hablamos de quinoa, avena, semillas de lino y de chía y legumbres en general. Las mejores fuentes son los carbohidratos que tienen alto contenido de fibras prebióticas y tienen bajo índice glucémico, ya que la alta carga de azúcares refinados aumenta la inflamación.
Variedad: con mayor variedad de alimentos, mayor es la variedad de nutrientes y el equilibrio.
¡Abundancia! Las hojas verdes y crucíferas como el brócoli, el kale y los repollos de todo tipo. Piensa siempre en unas 8-10 tazas de vegetales y de frutas.
¡Hierbas! Cúrcuma, curry en polvo, jengibre y ajo, chiles, albahaca, canela, romero, tomillo sirven para sazonar los alimentos y aportan nutrientes y antiinflamatorios naturales.
Evita: limita el consumo de procesados y disbióticos, que pueden alterar la composición de la microbiota y que son pobres en nutrientes y fibras. Si cocinas con grasas, recuerda que as altas temperaturas crean radicales libres. Estos, a su vez, crean radicales libres en el cuerpo. Esto se llama reacción de Maillard, que es una reacción química que ocurre cuando los aminoácidos se mezclan con el azúcar reductor.