Mitos sobre el retinol que hay que dejar atrás
Como sucede con cualquier producto de moda, en torno a él giran muchas informaciones que nos siembran dudas sobre si deberíamos incluirlo o no como ingrediente estrella en nuestra rutina de 'skin care'
El retinol (vitamina A) es uno de los cosméticos más demandados de los últimos años, y no es para menos. Gracias a su función antioxidante, este ingrediente es clave para evitar el envejecimiento de la piel, estimular la producción de colágeno, ayudar a tener un cutis sin manchas y más uniforme.
Sin embargo, como sucede con cualquier producto de moda, en torno a él giran muchas informaciones que nos siembran dudas sobre si deberíamos incluirlo o no como ingrediente estrella en nuestra rutina de cuidado de la piel. Es por eso que aquí te contamos cinco mitos sobre el retinol que hay que dejar atrás de una vez por todas.
1. No debes usarlo todos los días
Puedes usarlo diario sin problemas, siempre y cuando hayas pasado el periodo inicial de retinización, que es el tiempo que tarda la piel en acostumbrarse progresivamente y según cada tipo de piel a este activo.
¿Cómo aplicarlo? La primera semana solo debes usar retinol dos veces a la semana. Si no ves ninguna reacción negativa en tu piel, continúa utilizándolo tres veces por semana, luego cuatro y así sucesivamente hasta incluirlo en tu rutina diaria de skin care.
2. No es apto para pieles sensibles
El enrojecimiento puede ser una reacción común al empezar a usar este ingrediente y no necesariamente indica que te haya causado un efecto adverso por tener piel sensible.
Para evitar este efecto, los expertos sugieren utilizar un retinol que se adapte a tu tipo de piel, empezar con concentraciones bajas e incorporarlo de forma gradual. De esta manera tu rostro se acostumbrará al ingrediente, minimizando el riesgo de que aparezca irritación (el proceso de retinización del que te hablamos arriba).
3. Solo debe usarse en las noches
Lo que ocurre con el retinol es que es fotosensible, lo que quiere decir que pierde su eficacia con la luz del sol. Sin embargo, hoy en día hay determinadas fórmulas a base de este activo que permiten usarse tanto durante el día como en la noche, que contienen una dosis baja o moderada o algún derivado.
Si lo que buscas es una opción que te permita esa dualidad, debes fijarte en que el cosmético indique que es apto para el día.
4. Descama la piel
Puede que te descame la piel, pero no siempre es el caso. Esto se relaciona con la concentración que utilices; cuanto más alta sea, más probabilidades hay de que haya descamación. Lo ideal es que acudas a un profesional y que sea él quien te indique el porcentaje que puedes usar, en función de tu cutis y estilo de vida.
5. Es solo para pieles maduras
El retinol es popular por su efecto antiaging, pero también ayuda con otros problemas de la piel, por lo que puede ser utilizado a cualquier edad y beneficia tanto pieles jóvenes como maduras dependiendo del problema que se tenga.
En personas jóvenes, suele usarse para tratar el acné, ya que estimula el recambio celular al nivel superficial de las células de la piel, lo que promueve el proceso de exfoliación natural y libera las células de piel muertas que tapan los poros. En pieles maduras, el retinol trata aspectos como la pigmentación o las arrugas.