En Canadá, los primeros incendios forestales reavivan la pesadilla del verano de 2023
Miles de personas han sido evacuadas en el noreste de Columbia Británica y Manitoba
El verano de 2024 aún no ha llegado y el oeste de Canadá ya está en llamas. Miles de personas han sido evacuadas en el noreste de Columbia Británica y Manitoba.
A mediados de mayo, la situación ya es inquietante en el oeste de Canadá, donde los incendios forestales se multiplican. Más de una decena de incendios preocupan a las autoridades en el noreste de Columbia Británica. Tanto es así que, en Fort Nelson, directamente amenazado por un incendio forestal que se encuentra a menos de dos kilómetros de la ciudad, 3.500 personas tuvieron que ser evacuadas.
"Condiciones muy propicias"
Cerca de 700 personas también han recibido la orden de abandonar sus hogares en el noreste de Manitoba, en la frontera con Saskatchewan, donde al menos 35.000 hectáreas de bosque han sido destruidas por un incendio. En el norte de Alberta, la ciudad petrolera de Fort McMurray, que fue parcialmente devastada por un incendio forestal en 2016, también podría ser evacuada en los próximos días.
Estos desastres naturales prematuros recuerdan a un año 2023 catastrófico en cuanto a incendios forestales, mientras que el verano y su calor aún no han llegado. "Combinamos condiciones que son muy propicias para los incendios. Con un invierno que ha sido muy suave, con poca nieve, una gran sequía, con vientos de poniente que se encuentran con las montañas rocosas que pierden su humedad, que se vuelven muy secas. [...] Hay una relación directa entre el clima y los incendios", explica Benjamin Sultan, climatólogo y experto del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Un terreno fértil para nuevos incendios masivos
Además, los fuegos de 2023 no son sólo un recuerdo, sino que ayudan a la aparición de nuevos incendios masivos, dice Benjamin Sultan: "Estas condiciones se suman al hecho de que el año pasado hubo incendios excepcionales. En la provincia de Alberta, la mitad de los incendios que están activos hoy datan del año pasado". Según el climatólogo, Canadá se dirige a incendios forestales cada vez más precoces.
Además de la destrucción de la biodiversidad y de los peligros directos para la población, estos desastres naturales también provocan una mala calidad del aire en varias regiones del país, y se teme otro verano difícil. El año pasado, Canadá perdió casi nueve millones de hectáreas de bosques, un récord.