Coral invasor que ha causado estragos en Venezuela ya ha sido detectado en Cuba
Alertan de una inminente propagación a todo el Caribe insular
Según un documento compartido desde Venezuela por el proyecto Unomia de la Fundación La Tortuga, en investigaciones llevadas a cabo desde 2007 se ha constatado que el coral blando Unomia stolonifera, originario de Indonesia, fue introducido de manera ilegal en el Parque Nacional Mochima (PNM) en la costa oriental de Venezuela, entre los años 2000 y 2005.
Esta especie, altamente invasiva, ha experimentado un rápido proceso de colonización en los arrecifes costeros, playas y praderas de pastos marinos, extendiéndose agresivamente por el lecho marino y afectando a toda la biodiversidad de esta región.
Actualmente, más del 50 % del Mochina se encuentra colonizado por esta especie. Estimamos que alrededor de 90 kilómetros de costa y aproximadamente 3,000,000 de metros cuadrados de fondo marino están completamente cubiertos por el coral invasor.
En investigaciones realizadas en 2022 por el citado proyecto se ha confirmado la presencia de U. stolonifera en la costa occidental de Venezuela, específicamente en Choroní, Estado Aragua, y en el Refugio de Fauna Silvestre de Cuare, Estado Falcón, a una distancia de 140 kilómetros de las islas Aruba, Curazao y Bonaire.
Esto plantea un riesgo inminente de invasión por parte de este coral en estas áreas. Asimismo, se estima que la expansión de esta invasión continúe hacia el oeste de Venezuela, pudiendo alcanzar las costas de Colombia, ubicadas a 350 kilómetros de distancia, y hacia el este, afectando a las Antillas Menores, que se encuentran a 300 kilómetros de distancia.
Detectan el coral invasor en Cuba
En septiembre de 2023 el Proyecto Unomia, liderado por J.P. Ruiz Allais, registró esta especie invasora en la costa norte de Cuba, en colaboración con colegas cubanos. Este descubrimiento confirma la hipótesis de una invasión en curso en toda la región del Gran Caribe. Según Rita Sellares, directora de la Fundación dominicana de Estudios Marinos (Fundemar), este coral invasor pudo haber llegado en agua de lastre de una embarcación en una fecha no determinada.
Sellares explicó a Diario Libre que la familia Xenidae (a la que pertenece este coral) es una "oportunista perfecta", no solo se reproduce por fragmentación, sino también sexualmente con ciclos cortos.
Aldo Croquer gerente de Programa se conservación marina del Caribe Central para The Nature conservancy, dijo Diario Libre que este octocoral del Indopacífico es muy agresivo al colonizar donde hay sustrato muerto: “Cualquier cosa que no está colonizada por corales, va a llenar ese espacio. Una vez que lo cubre, no hay manera de sacarlo y no hay otros organismos que puedan competir”.
Para Crocker, el escenario en República Dominicana donde se están perdiendo cobertura de los arrecifes de coral por enfermedad y blanqueamiento, abre un espacio para que la Unomia monopolice los arrecifes de nuestra isla. “Estamos hablando que en Dominicana los arrecifes en mejor estado tienen cerca de un 25 % de cobertura y un 20 % con otros organismos. Esto significa que Unomia tendría un 55 % del espacio libre para colonizar, y una vez que coloniza puede sobre crecer y matar otros organismos como corales”.
Según Aldo Croquer y Rita Sellares, este octocoral pudiera ser un acelerador en la degradación de nuestros arrecifes de coral y afectar significativamente los esfuerzos de restauración que se realizan en varios puntos del país, impactando de forma negativa la biodiversidad costero marina.
Sugiere tomar medidas urgentes de control
Sellares resalta que se deben tomar medidas urgentes de control, para evitar que se siga expandiendo este octocoral blando por la región. “En República Dominicana se debe priorizar la evaluación en campo y el control de embarcaciones entrando al país, ya que puede llegar en redes usadas por pescadores, agua de lastre o en el casco de las embarcaciones. Si no se toman medidas a tiempo, los costos y consecuencias serán muy graves”.
En el caso de buzos técnicos o recreativos, pueden reportar la presencia de este coral invasor al Ministerio de Medio Ambiente, Fundemar, Red Arrecifal Dominicana, Reef Check o su centro de buceo.
Sobre el Unomia StoloniferaSegún el Proyecto Unomia, el coral blando Unomia stolonifera (Octocorallia: Xeniidae) es originario de las islas indonesias de Pulau Ambon (Ambon) y Sulawesi (Célebes), ubicadas en el Océano Pacífico Occidental (Benayahu y col., 2021); que a diferencia de sus parientes los corales duros o pétreos de seis tentáculos en sus pólipos (clase ANTHOZOA, subclase Hexacorallia, orden Scleractinia), éste es un organismo colonial de cuerpo blando o gelatinoso con ocho tentáculos en sus pólipos (clase ANTHOZOA, subclase Octocorallia, orden Alcyonacea), que no poseen un esqueleto calcáreo y está constituido en su mayor parte por agua. Presenta una base única o tallo (de allí su nombre Unomia), de donde parten múltiples brazos o ramas donde se ubican los pólipos; los cuales se alimentan de manera activa, al capturar pequeñas partículas de alimento mediante movimientos pulsantes o contráctiles de sus tentáculos, o de manera pasiva, mediante una asociación con microorganismos fotosintéticos denominados zooxantelas que los ayudan a alimentarse.
El empleo complementario de ambas formas de alimentación les permite colonizar con mayor densidad las áreas de menor profundidad (<20m), donde hay una mayor penetración de luz para la fotosíntesis; en áreas más profundas pasan a depender más de la alimentación activa, ya que penetración de luz se ve dificultada por temas de densidad del agua y presencia de sedimentos, adicional a los fenómenos de absorción y extinción del espectro lumínico, afectando las densidades de colonización.
Esta especie posee también dos formas de reproducción: una de tipo sexual (con producción de gametos sexuales y deriva de larvas) y una de tipo asexual (por la fragmentación de propágulos capaces de generar nuevas colonias rápidamente); adicional a que poseen toxinas, que de manera química, les ayudan a competir con otras especies por el espacio a colonizar. Ambas características favorecen de gran manera su invasión y dificultan el control de su propagación en un ambiente nuevo al que ha logrado adaptarse.