ONG OceanCare: la caza de ballenas es brutal e inaceptable
Carlos Bravo Villa representante de Políticas marinas de la ONG OceanCare explica las razones por las que los ambientalistas y oceanógrafos se oponen a esta práctica
Entre regulaciones «estrictas» y gran polémica, Islandia reanudó la caza de ballenas tras dos meses de suspensión de esta práctica condenada por medioambientalistas y oceanógrafos. Inspecciones de la Autoridad Alimentaria y Veterinaria del país nórdico verificaron que más del 40 % de 58 ballenas estudiadas no habían muerto instantemente sino con prologados padecimientos.
Aunque una parte importante de la población islandesa se opone, muchos miembros del Parlamento del país nórdico apoyan la caza de ballenas. Mientras que el Partido Izquierda Verdes aboga por una prohibición, otros legisladores la ven como una cuestión de soberanía nacional.
Entrevistado por Radio Francia Internacional, Carlos Bravo Villa usted representante de Políticas marinas de la ONG OceanCare explica las razones por las que los ambientalistas y oceanógrafos se oponen a esta práctica.
Carlos Bravo Villa, "Estamos en contra por la importancia ecológica que tienen todos los cetáceos en el ecosistema marino. Son animales muy inteligentes o animales sintientes y además todavía es una especie que está considerada vulnerable en la lista roja de especies amenazadas y por lo tanto, es inaceptable que algunos países supuestamente civilizados como Islandia, siga empeñado en llevar a cabo esta práctica cruel y totalmente inaceptable.
De las 148 ballenas que se cazaron en el país durante el año 2022, se analizaron 58 y de esa muestra analiza por la Autoridad Alimentaria y Veterinaria de Islandia, más de un 40% se vio que no murió. Instantáneamente, sino que sufrieron durante bastante tiempo. A dos ballenas hubo que rematarlas. Una llevó casi más de una hora matarla y a la otra, dos horas, en fin. Evidentemente, esto incumplía la propia Ley de Bienestar Animal de Islandia. Por eso el Gobierno islandés decidió hacer una suspensión temporal y este 31 de agosto tenía que tomar una decisión de si renovar la suspensión o levantarla y permitir la caza de ballenas. Y esto último es lo que lamentablemente ha sucedido, aunque el gobierno islandés ha anunciado algunos requisitos un poco más estrictos.
RFI: Dentro de las nuevas regulaciones “estrictas” anunciadas se estipula que la caza se dé dentro de los 25 metros del barco, que sea únicamente a la luz del día, que no participen terneros, que respete equipos y métodos específicos. Y está prohibida la electricidad. ¿Cómo evalúan ustedes estas medidas?
Carlos Bravo Villa Dudamos mucho de que en alta mar y sin vigilancia, los balleneros islandeses vayan a cumplir con esos criterios. Además, se trata de una industria que se limita a una sola persona, que tiene dos barcos y que insiste en seguir cazando ballenas. La verdad es que nos tememos que lo que pase es que se va a aprovechar estas semanas que le quedan para poder cazar ballenas, por si acaso, a finales de año, cuando el gobierno de Islandia tiene que volver a decidir si va a dar una cuota a los balleneros o no. Ahora va a intentar cazar todas las ballenas que pueda, hacer una matanza enorme para tratar de asegurar unos ingresos
RFI: ¿Para qué se utilizan las ballenas causadas a qué industria va esto y qué tipo de cetáceos se causan en Islandia?
Carlos Bravo Villa: En Islandia se caza, sobre todo, rorcuales comunes y blancos para venderlas como carne, especialmente en algunos mercados como el japonés. Y también puede haber una cierta cantidad de consumo a nivel local en Islandia. Estos países dicen que cazan las ballenas con fines supuestamente científicos, pero se ha demostrado absolutamente falso. Hay muchas pruebas que demuestran que la carne de estas ballenas cuando llegan a puerto, manipulada, se va para la venta en los mercados.
Islandia, Noruega, Japón, son los únicos países que practican la caza comercial de ballenas.