Mesa para la gestión del sargazo en República Dominicana enfrenta desafíos para mitigar crisis

En febrero de 2023 se creó en la República Dominicana la Mesa Multisectorial para la Gestión Integral del Sargazo, cuyo objetivo general es el manejo de los arribos de sargazo pelágico, a fin de mitigar los impactos ecológicos, turísticos, económicos y de salud humana.

En la mesa se propuso un plan para la gestión integral del sargazo que incluye contar con un centro de información actualizado y confiable, disponer de monitoreo de cantidad y dirección del sargazo en el océano, implementar soluciones de manejo para áreas prioritarias o de emergencia, disminuir la vulnerabilidad y riesgos de salud sobre las personas y, por último, promover y facilitar el desarrollo de empresas dispuestas al aprovechamiento del alga.

La gobernanza de la Mesa para la Gestión integral del Sargazo está encabezada por el Ministerio de Medio Ambiente con un comité técnico consultivo. Las demás instituciones del Estado que participan son los ministerios de Turismo, Economía, Salud, Energía y Minas, Relaciones Exteriores, Industria y Comercio. Además, la Armada Dominicana, la Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos, el Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura y estructuras locales de gestión.

Luego de la instalación de la mesa se propusieron diferentes acciones para los primeros 90 días que se cumplieron a finales del mes de mayo. Entre las acciones se propuso la entrega del plan con objetivos, productos, actividades, indicadores y presupuesto en los primeros 30 días, y luego una serie de medidas como validar los lugares de disposición, formalizar mecanismos de gestión local, asignación del presupuesto para el 2024, adquisición de equipos de contención, recolección y transporte.

Sin embargo, de acuerdo a algunos actores del estado y otros sectores, la mesa no ha conseguido alcanzar los objetivos en los plazos estipulados.

Descoordinación y falta de interés

Jake Kheel, vicepresidente de la Fundación Grupo Punta Cana, comentó a Diario Libre la semana pasada que uno de los grandes fallos en la respuesta de República Dominicana para enfrentar la crisis del sargazo, es que no hay un esfuerzo coordinado y que no se están tomando decisiones en conjunto y la ausencia de fondos para mitigar los efectos el sargazo. Para esto propone la creación de un fideicomiso público-privado para que el Gobierno, las empresas y comunidades afectadas aporten a ese fondo y que tenga una gobernanza que administra, desarrolle prioridades y trabaje durante todo el año.

Sobre las declaraciones de Kheel se expresó el viceministro de Costeros y Marinos del Ministerio de Medio Ambiente, José Ramón Reyes. El funcionario dijo a Diario Libre: “Coincido con Jake, tenemos que poner la casa en orden para poder combatir este flagelo que hoy está afectando nuestras costas y toda la región del Caribe”.

El viceministro agregó: “Desde el Ministerio confirmamos en febrero la mesa multisectorial e intergubernamental del sargazo, la cual convocó a todos los sectores tanto público como privado. Pero luego de esto todos los concurrentes perdieron el interés”.

“Es muy importante la designación del Ministerio de Ambiente como órgano rector de este tema, para desde aquí realizar la organización y la interacción con los diferentes organismos. No obstante, el viceministerio sigue trabajando con este tema que tanto está afectando la forma de vida de las poblaciones en zonas costera”, sostuvo.

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Jimmy Constantino García Saviñón, presidente de la Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (Anamar), dijo a Diario Libre que desde el 2011 la institución ha dado seguimiento a la problemática y sigue explorando soluciones reales.

Así también el año pasado Anamar realizó la caracterización química del sargazo que llega a las costas dominicanas y encontró que el alga contiene altos niveles de nitrógeno y sulfatos, llegando a liberar ácido sulfhídrico, amoniaco y metano al descomponerse.

Según datos de Anamar más de 40 millones de toneladas métricas de sargazo han circulado por las aguas de la República Dominicana entre los meses de enero y mayo de 2023.

“No se puede negar que esta es una problemática nacional y regional de alta importancia. La gestión de esta alga se ha convertido en un desafío constante para las autoridades nacionales y comunidades costeras. Los costos asociados a su recolección, transporte y disposición adecuada representan una carga financiera significativa, sin embargo, su acumulación en nuestras costas representa impactos negativos en nuestros ecosistemas, la economía local y el turismo, expresó García Saviñón.

Las soluciones de aprovechamiento

El director de Anamar considera que todas las posibles soluciones presentadas hasta ahora son de uso artesanal, por tanto, no representan una solución al aprovechamiento del alga, que solo se dará cuando se encuentre un uso masivo y económico de la misma.

“En este sentido hay que tener claro que por los altos costos que representa el manejo de la recolección y disposición final del sargazo, todo lo que pueda producirse con el será extremadamente caro en relación a los productos tradicionales. Actualmente la red de universidades que trabajan el tema tiene abiertas unas nueve investigaciones sobre el posible uso del alga, al igual que el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, que tiene unos cuatro procesos abiertos”, añadió.

“Desde el Gobierno estamos dando los pasos adecuados para mantener limpias las playas mientras se encuentra un uso apropiado para el sargazo, pero hay que tener claro que hoy, ningún país tiene solución a este desafío que la naturaleza nos presenta”, concluyó García Saviñón.

José Ramón Reyes, viceministro de Costeros y Marinos, aprovechó este espacio para hacer un llamado a todos los sectores públicos y privados, como a la comunidad científica, a trabajar de manera organizada y que cada quien aporte desde su área para enfrentar esta emergencia nacional.

Marvin del Cid

Guatemalteco con estudios en Ciencias de la Comunicación y amplia experiencia en el campo visual y multimedia. Ha trabajado para varios medios de comunicación en Guatemala y República Dominicana, y sus fotografías han aparecido en importantes publicaciones en diferentes partes del mundo.